Hay muchos que, a pesar de cantar el nombre del Señor durante horas, días y meses, no se transforman ni siquiera una fracción. La naturaleza demoníaca de Ravana, Bhasmasura y Kamsa no disminuyó ni un poco, a pesar de que cantaban el nombre del Señor. ¿Por qué razón? Todos sus órganos de los sentidos funcionaban con el sentimiento de "soy el cuerpo (Aham Dehasmi)". Aquellos que pronuncian el nombre del Señor estando inmersos en la conciencia del cuerpo, no pueden tomar conciencia de la Divinidad, sin que importe lo prolongado de sus austeridades. Ustedes son encarnaciones de la Conciencia Divina. Sólo cuando son puros pueden experimentar esa Conciencia. Debido al apego a los placeres mundanos, uno queda sujeto a lo físico, y ajeno a su esencial divinidad.
- Divine Discourse, 'My Dear Students', Vol 3, Ch 4, Jun 21, 1989. |