LA ADVERSIDAD
Un diamante en su forma burda, sin cortar, es un simple pedazo de vidrio. Es sólo después de que el joyero lo corta, lo talla, lo pule y lo monta que adquiere lustre y valor. De la misma manera, el dolor y las tribulaciones de la vida, son las herramientas de corte; estas frotan, cortan y pulen el carácter, hasta que emergen como gemas ricas y brillantes. Esta ofrenda es muy valiosa para Dios.
Disraelí dijo que no existe mejor educación que la adversidad y Gandhiji expresó que la disciplina se aprende en la escuela de la adversidad. Hablando entonces en términos estrictos, tenemos que darle la bienvenida al sufrimiento, porque es necesario para construir y afilar nuestro carácter. Sin embargo, esto es más fácil de decir que de poner en práctica; y esto lo sabe nuestro Amado Señor más que nadie. El Señor no soporta ver a un bhaktha (devoto) sufrir, por lo que cuando nos da problemas, también nos da la fortaleza para soportarlos. Cuando Le imploramos ayuda, instantáneamente está a nuestro lado, siempre listo para extendernos toda la fuerza y resolución que requerimos para enfrentar la crisis. Cuando damos vuelcos en mares tormentosos, como trozos de madera a la deriva, es Su mano amorosa la que nos sostiene y conforta, y la que nos guía a playas llenas de paz y serenidad.” (The Sai Incarnation by Sudha Aditya pp. 49-50).
“A un verdadero devoto, las adversidades de la vida no lo deben amedrentar. Las diferencias entre un devoto falso y uno verdadero se descubren solo en tiempos de adversidad. Una bola de hierro y una hoja se ven parecidas cuando no hay viento. Pero cuando sopla el viento, la hoja vuela y la bola de hierro ni siquiera se mueve un poquito. En tiempos de adversidad, el falso devoto desaparece, pero el devoto verdadero pensará de la siguiente manera: ‘Mis dificultades y problemas no están en modo alguno conectados con mi devoción a Dios. Estas dificultades son como nubes pasajeras, pero Dios es eterno, y así mismo es mi amor por El.” (Sanathana Sarathi, julio 1988, p.195).
2 “Los sufrimientos y desastres son así como las nubes que cruzan por el cielo; no pueden dañar las azules profundidades del espacio. Su deber es seguir adelante, desde este mismo momento. No vacilen, ni pospongan. ¿Alguien puede saber cuándo llegará la muerte a tocar a su puerta?” (Sathya Sai Speaks, Vol. VI, p.181).
“Cuando quieren colgar un cuadro a la pared, mueven el clavo, para ver si está lo suficientemente firme como para soportar su peso. De la misma manera, para no permitir que el cuadro de Dios (que es la imagen que tienen de El en su mente) se caiga haciéndose pedazos, el clavo (que es el nombre de Dios), tiene que estar bien enclavado en el muro del corazón, de manera que cuando lo muevan, esté fijo y firme.” (The Sai Incarnation, de Sudha Aditya p.49).
Tomado de: “ A Compendium of the Teachings of Sathya Sai Baba”, Compilado por Charlene Leslie-Chaden, Tercera Edición, 1998, Co-Publicado y Distribuido por: Sri Sathya Sai Towers Hotels, Ptv. Ltd., 3/497, Main Road, Prashanti Nilayam, India, p.p. 5 y 6.
Trad.Saiack
EL CONFLICTO
Los conflictos se dan, pero deben limitarse a ese punto, al hecho mismo del conflicto y no debe permitirse que se extiendan con palabras y sentimientos adicionales. Si se permite que el conflicto se expanda, se profundizará el enojo, surgirán sentimientos amargos y se desarrollará un fuerte odio. Por otra parte, el amor también empieza en un punto, y si se le permite, se extenderá hasta llenar la vida de uno por completo. Esta es verdad espiritual. Si hay conflicto y desarmonía entre dos personas y si lo dejan ahí y no permiten que se mueva más allá, pronto ambas partes se suavizarán y regresará la armonía a la relación. En el peor de los casos, el conflicto permanecerá dormido y no crecerá involucrando a más gente.
La práctica de limitar la desarmonía y permitir que el amor se expanda libremente, conducirá a la Organización a una unidad armónica. Esta armonía atraerá la admiración pública, y se alcanzarán grandes logros en esta próspera, gran nación americana.
Aprendan a dejar que todos los conflictos originados por la mente se neutralicen entre sí y se cancelen unos a otros, como hicieron los Yadavas en la batalla final. Sean testigos del holocausto. La solución última al conflicto, no es una decisión, no es ni siquiera una elección; es permanecer pasivos. Atrévanse a permanecer sin conclusiones. Vean a los dilemas sin fin de la mente como su Divino Lila (juego), Su Deporte, como la función natural de ese montón de deseos llamado mente. No crean en la mente, no caigan en sus afirmaciones y apetitos. Obsérvenla desde cierta distancia y no se involucren en sus tumbos y volteretas. Todo entonces se tornará insignificante. Cuando todo retroceda y se vuelva algo sin significado alguno, estarán en el centro mismo de la ecuanimidad.” (Entrevista de Sathya Sai Baba a un devoto neoyorquino).
Tomado de: “A Compendium of the Teachings of Bhagavan Sathya Sai Baba, compilado por Charlene Leslie-Chaden, Tercera Edición, 1998, Co-Publicado y Distribuido por: Sri Sathya Sai Towers Hotels, Pvt.,3/497, Main Road, Prashanti Nilayam, India, p.91
(Trad. saiack)