En 2016, durante un Satsang llevado a cabo en California, Estados Unidos, un devoto preguntó porqué se creaban las almas y porqué nos es tan difícil de darnos cuenta de nuestra verdadera divinidad.
Esto es lo que Swami dijo:
¿Por qué los niños nacen de sus padres? Es para brindarles a sus padres dicha por su nacimiento. Cuando los padres ven su propio reflejo en sus hijos y cuando los ven crecer a su imagen, sienten mucha dicha. No hay ninguna dicha que se compare con la de ser padre o mentor de otro ser.
Dios se encontraba solo en Su nirakara swabhava, esto es, Su verdadera naturaleza que no posee forma. Luego, a fin de amarse a Si mismo, Él se separó de si. Así es como nació la creación.
Del río, ustedes pueden tomar un balde con agua, del balde, ustedes pueden tomar una jarra con agua, de la jarra, ustedes pueden tomar un vaso. Toda el agua es la misma pero está siendo separada del río en varios contenedores. Así es como todos estos seres con diferentes cuerpos y vidas han venido a la existencia. Los contenedores son diferentes pero la esencia o el principio de la vida es el mismo.
Todo ha sido diseñado de tal manera que un día, cuando ustedes salgan más allá de contenedor externo y miren hacia el principio divino interno, ustedes sabrán que ustedes y el Padre son uno.
Los niños aman el juego de La Búsqueda del Tesoro. Ustedes esconden pistas y ellos corren y las encuentran. Primero encuentran una, de ahí encuentran otra, luego otra y así hasta que al final encuentran el tesoro. La vida es un juego y Dios les da una pista, luego otra y así consecutivamente. ¡Es tan emocionante y exhilarante!
¿Han visto a los niños jugar? ¡Se emocionan tanto! Cada vez que encuentran una nueva verdad, corren de vuelta a sus padres para compartir sus hallazgos. La vida se convierte en una emocionante travesía de exploración y experimentación de esta verdad acerca de si mismos. La vida es un juego, juéguenlo. La vida es un sueño, llévenlo a cabo. La vida es un reto, enfréntenlo. La vida es amor, disfrútenlo.