EL DESPERTAR SAI
EL DESPERTAR SAI. : El GITA UN TORRENTE DE SABIDURÍA - CAPÍTULO VII El GITA UN TORRENTE DE SABIDURÍA - CAPÍTULO VII - EL DESPERTAR SAI.

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lunes, 12 de agosto de 2024

El GITA UN TORRENTE DE SABIDURÍA - CAPÍTULO VII

 

El GITA

UN TORRENTE DE SABIDURÍA

DIVINO DISCURSO

Bhagavan Sri Sathya Sai Baba

Prashanti Nilayam

CAPÍTULO VII

Cuando el Dharma (el modo de vida superior) establecido del estado sin forma (nirakara) declina, Yo encarno con forma de hombre (narakara), viniendo con objeto de revivirlo y protegerlo, para liberar a los buenos del temor, dijo Krishna. Ahora bien, esta declaración podría causar algún recelo y surgiría la pregunta: ¿no llegará entonces la gente común a la conclusión de que el Dharma (la Rectitud), es algo que está sujeto a declinación y a deterioro?

¿No considerará al Dharma como algo que no es ni permanente (nithya) ni verdadero (Sathya)? Pues bien, ustedes no captarán la importancia de la tarea de proteger a la Rectitud, sino cuando consideren su origen y su propósito. Dios por Su propia iniciativa creó este Universo y formuló varios códigos para su mantenimiento y perfecto funcionamiento, estableció reglas de Conducta Recta para cada ser. Estas reglas constituyen el Dharma.

La palabra Dharma se deriva de la raíz Cihr, que significa 'vestir'; Dharma es 'aquello que viste'. El reino (desa), el cuerpo del Señor está protegido por el Dharma que lleva puesto; también le da la belleza y alegría; es la 'sagrada vestimenta' (pithambara) de la India. Protege tanto el honor como la dignidad; protege del frío y presta encanto a la vida. El Dharma (la Rectitud) preserva la dignidad de esta Tierra. Así como el vestido mantiene la dignidad de la persona que lo usa, así también el Dharma es la medida de la dignidad de un pueblo.

No sólo este país, sino cada cosa en el mundo entero tiene su propio Dharma especial o deber y naturaleza exclusivos. ¡Cada uno tiene su propio vestido distintivo! El Dharma (la Rectitud) norma al grupo y al individuo. Tomemos los cinco elementos, los componentes del mundo, para dar ejemplos. El agua tiene el movimiento y la frescura como Dharma; la combustión y la luz son el Dharma del fuego. Y así, cada uno de los cinco elementos tiene un Dharma que le es propio y exclusivo. Humanidad para el hombre; animalidad para los animales; estas cualidades los protegen de la declinación. ¿Cómo puede el fuego ser fuego si no tiene el poder de la combustión y de la luz? Debe manifestar su Dharma para ser él mismo, cuando lo pierde, se convierte en un pedazo de carbón sin vida.

Similarmente, el hombre también tiene algunas características naturales que son su propio aliento vital. Se les llama también habilidades (saktis) y puede él identificarse como tal solamente cuando esas habilidades están presentes. Si las pierde, entonces deja de ser `hombre'. Para preservar y fomentar esas cualidades y habilidades se establecen ciertas


 

formas de conducta, líneas de pensamiento. El Dharma no declinará si estas prácticas (acharas) y esta discriminación (vicharas) se mantienen vivas.

El Dharma no es algo que nos es adjudicado y que proviene del exterior, tampoco puede ser eliminado. Es nuestra propia naturaleza auténtica, nuestra singularidad. Es lo que convierte a un animal en hombre. ¿Cómo se respeta el Dharma? Siendo 'tú mismo'. El que se aleja de su propio Dharma (los dictados de su conciencia) y se comporta a su antojo, va contra él. Esta Acción Correcta natural del hombre ha sido denostada con el transcurrir del tiempo; quienes la apoyaban, la estimulaban y derivaban placer de ella, declinaron.

Por eso, en términos ordinarios se dijo que había sido 'destruida', aunque es algo que no puede destruirse. Es como cuando la mala hierba sofoca a la siembra. Así, el `establecimiento del Dharma' es sólo deshierba del campo. Ahora, en esta Era de Hierro (Kaliyuga), el Dharma se ha convertido en una mera cuestión de palabras. Pero la Rectitud no es sólo una mágica manipulación de palabras. Esto se debe entender claramente. Lo que ha de decirse es la Verdad; lo que ha de hacerse es el Dharma (la Acción Correcta).

"Hablen con la verdad, practiquen el Dharma", éste ha sido el toque de atención de los Upanishads, depositarios de la cultura india. Estas gloriosas enseñanzas se encuentran ahora olvidadas; y hasta han sido tergiversadas. Ahora la orden del día es 'hablar del Dharma'. Este es el primer paso en la declinación del Dharma, es un descenso de la acción a la palabra, ¡la creencia de que una cosa se hace con sólo pronunciarla! Esto, de hecho, es contrario a la Rectitud (adharmico).

Pero lo que no se practica no puede tener fuerza. La fuerza del cocodrilo depende de estar en el agua; la fuerza del Dharma depende de que se lleve a la práctica. Se debilita cuando deja de practicarse y es arrojado sobre las arenas de las palabras. La Verdad sí es una cuestión de palabras y se fortalece cuando se habla de ella; es difícil llevarla a la acción. `Fuerza' aquí tiene dos significados: fuerza animal y fuerza dhármica. Bhima tenía fuerza física; pero como su hermano mayor, Dharmaja, estaba a su lado, la fuerza de Bhima se volvió dhármica.

¡Los Pandavas se salvaron por su adhesión a la fuerza dhármica (de la Acción Correcta)! De no ser por eso, hubieran sido derrotados desde el principio. Los Pandavas, sin Dharmaja, aun con todos sus recursos, hubieran sido fáciles presas para sus oponentes. Reflexionen acerca de eso. ¿Cómo fueron destruidos los Kurús, a pesar de sus recursos tan notablemente superiores? Porque no tenían fuerza dhármica. Lo único en lo que podían apoyarse era en su mera fuerza bruta. El día que Dharmaja y Bhima, los que tenían la fuerza dhármica, se fueron para la selva, el mal penetró (adharma) y se apoderó del territorio de los Kurús.

De manera que el Dharma que un día se fue a la selva, tiene que ser devuelto a las aldeas y a los poblados, para restablecer la abundancia, la prosperidad y la paz en el mundo. Del reino del adharma (la acción incorrecta), el mundo tiene que pasar a la era del Dharma (la Rectitud). Se necesita un esfuerzo especial cuando se cultiva una siembra, pero no se requiere ningún esfuerzo cuando se dejan crecer las hierbas y el pasto silvestre. La valiosa siembra del propio Dharma tiene que ser cultivada con todo cuidado y esmero. Si se practica el Dharma, el mal declinará por sí solo. No se necesita ningún esfuerzo especial para eliminarlo. Por tanto, es necesario el aumento de la práctica del Dharma (dharmasthapana).

¿Qué se quiere decir con la frase 'el Sol se ha puesto'? Pues sólo que `no es visible para nosotros'. De igual manera, por el simple hecho de que el Dharma (la Rectitud) no es evidente, no puede decirse que haya dejado de existir. ¿Cómo puede dejar de existir? Si desaparece, no puede ser Verdad ni Dharma. La Rectitud, puesto que está asociada con la Verdad, es indestructible. Hacer visible de nuevo la Rectitud que se ha ocultado, es el verdadero resurgir de la esencia del hombre (dharmasthapana). Lo que Krishna está haciendo es precisamente esto.

Utilizando a Arjuna como instrumento, el Señor está trayendo a la luz los códigos de conducta y modos de pensar que fueron establecidos como Dharma en un principio, y está promulgando su práctica como una obligación. A esto se le llama sostenimiento del Dharma (dharmoddharana). Él está reviviendo algo que se había perdido. Este trabajo no puede ser desempeñado por hombres comunes. Por eso, la 'base universal', "el Señor universal mismo", tiene que tomar la tarea a Su cargo. Sólo Él es Todopoderoso (sarvasaktha) y está enseñando al mundo a través de Arjuna.

Si Arjuna hubiera sido un individuo como los demás, no podría haber sido el depositario y transmisor de esta gran enseñanza. Así, debemos inferir que Arjuna era realmente un gran hombre. Se trata de un héroe que no sólo ha derrotado a los enemigos externos, sino también a los internos. Los corazones endebles no pueden captar el Gita ni ponerlo en práctica. Es con este conocimiento pleno y este elevado propósito que Krishna escogió a Arjuna como vehículo y derramó sobre él Su Gracia.

En cierta ocasión, mientras Krishna conversaba a solas con Arjuna, le hizo esta declaración (¡nótese la avasalladora gracia que Krishna mostró!): "Arjuna, tú eres Mi devoto más cercano; no sólo eso, sino que eres Mi más caro amigo. No tengo otro amigo tan querido como tú. Esa es la razón por la cual te he dado esta suprema, secreta enseñanza".

Reflexionen acerca de esto. Hay muchos en el mundo que se autonombran devotos, pero el Señor no los ha aceptado como tales. El obtener ese título del Señor mismo es una gran fortuna y constituye la más alta distinción. El devoto debe conmover el corazón del Señor y de Él obtener el reconocimiento de su devoción. Si uno mismo se adjudica el título, sólo tendrá una mezquina satisfacción, no una alegría genuina ni un contento para su Alma. Arjuna fue la única persona que recibió ese título del Señor mismo. Así puede comprenderse cuán puro de corazón, cuán merecedor era Arjuna.

Podrán decir cien cosas de ustedes mismos; podrán exigir esto o aquello; pero tendrán que obtener el reconocimiento del Señor. Sin eso, toda su palabrería no será sino hueca vanagloria; la devoción debe ganarse mediante la obediencia implícita. Pero eso no es suficiente. Por lo que Krishna usa además la palabra amigo (mithra). El amigo no tiene temor; eso lo hace un depositario perfecto.

Volvamos ahora al Gita. Al escuchar Arjuna las palabras de Krishna, lo asaltó una serie de dudas. Se inquietó y eso no le ha sucedido sólo a él. Todos los hombres de hoy se sienten acosados por la duda. Además, tanto en el complejo campo espiritual como en aquel del conocimiento respecto de la Divinidad, hay dos interpretaciones posibles: la externa y la interna. Los hombres comunes aceptan la externa y aquellos que tienen alguna vivencia del Señor, tratan de conocer la interna.

Dice el refrán: "Como la nube en el ojo, la piedra en el zapato, la espina en el pie, el alboroto en el hogar"; así es la 'duda en la mente'. El que tales dudas asaltaran a Arjuna, que es el hombre representativo, significa que se trata de las dudas de la humanidad misma. Y éstas pueden ser disipadas únicamente por Madhava, que está más allá y por encima de la humanidad. Por lo que Krishna está a su lado, presto a borrar cualquier duda y a establecer la alegría en cada corazón.

Ahora bien, ¿en qué consiste exactamente la duda? Krishna nació hacia el final de la Edad de Dvapara (una de las edades del mundo), Dvaparayuga; Surya y Manú son personajes del pasado. ¿Cómo, entonces, podrían estos dos haberse encontrado con Krishna? No puede tratarse de una relación física, puesto que eran muchas las generaciones que separaban a Krishna de los otros dos. Krishna es contemporáneo de Arjuna. ¿Cómo enseñó Krishna este Yoga a Surya? El hecho de permanecer tranquilamente sentado escuchando historias increíbles es en sí una señal de pobreza intelectual.

La inquietud de Arjuna crecía de momento en momento. Krishna, que está en todas partes y en todo ser, lo vio, y le dijo: ¿Cuál es la causa de esa inquietud que noto en ti? Dime, a la vez que con una sonrisa lo animaba a responder. Arjuna se alegró de tener esta oportunidad. ¡Madhava! (el Señor de Maya, la Ilusión). No comprendo tus palabras. Me confunden tanto que estoy perdiendo un poco la fe que tengo en Ti. Pero yo te ruego y perdóname por pedirte esto, que aclares mi duda. Ya no puedo soportarla más. Así le rogó Arjuna, juntas las manos.

Gopala (otro nombre de Krishna) se alegró y le preguntó cuál era la duda. Arjuna dijo entonces: Tú dijiste que este Yoga había sido enseñado a Surya y a Manú; ¿A qué pasado lejano pertenecen estos dos? ¿Y a cuál época perteneces Tú? ¿Se los enseñaste mientras estabas ocupando este cuerpo? Eso es increíble. Pues este cuerpo es apenas cuatro o cinco años mayor que el mío. Tú no tienes más edad que ésa. ¿Cuándo se los enseñaste, sin que yo me diera cuenta? ¡Y luego el Sol! Él es más grande que Tú, muchas veces más grande. Está ahí desde el mismísimo principio, desde un pasado que está más allá de nuestra imaginación. No puedo creerlo; no, ni la persona más inteligente podría probarlo como cierto.

Bueno, ¡dejemos eso! Tú podrás decir: 'No estaba en este cuerpo ni en esta época; ocurrió cuando Yo estaba en otro cuerpo y durante otra Era'. Eso parecería todavía más extraño. Pues, ¿cómo puede alguien recordar lo que sucedió en un nacimiento anterior? Y si dices que es posible recordarlo, entonces eso debería aplicarse a mí también, ¿no es así? Los Sastras dicen que solamente unos cuantos seres divinos retienen esas cosas en la memoria; que los mortales no pueden recordarlas.

Pues bien, yo puedo aceptar que Tú eres de Naturaleza Divina. Pero tengo que aceptar que Surya, el Sol, también lo es. ¿Cómo pueden dos personas de la misma categoría divina enseñarse una a la otra? Cuando Tú enseñas y el aprende, él se convierte en Tu discípulo, ¿no es así? Entonces debe tenérsete como superior a Surya. Admitamos que así sea. Acepto que eres el Señor, Dios mismo. Eso me crea aún mayores conflictos. ¿Por qué habría de someterse Dios al nacimiento, a la muerte y a la actividad?

Cuando asumes la forma humana con cinco pies de estatura, ¿no constituye eso una limitación a lo Ilimitado? Desde ese Universo infinito, sin límites, ¿por qué habría de encarnar Dios en un sujeto limitado? Como quiera que arguya conmigo mismo, no puedo resolver esta duda. Tus palabras tienen sentido para Ti únicamente; no tienen ningún significado para mí. Mi cabeza está llena de confusión; dame alguna guía, alguna respuesta convincente, rogó Arjuna.

Krishna rió dentro de sí, observando que el momento oportuno había llegado y dijo: ¡Arjuna! ¿Qué es exactamente lo que la gente quiere decir cuando dice que el Sol ha salido o que el Sol se ha puesto? Se refieren a lo que su visión puede alcanzar, ¿no es así? El Sol ni sale ni se pone. Yo también soy así; ni nazco ni muero. Los hombres de inteligencia ordinaria consideran que Yo nazco muchas veces y que ejecuto muchos actos durante cada nacimiento. Pero lo que sucede es que cuando se presenta la necesidad de elevar al mundo, Yo me manifiesto asumiendo un nombre y una forma, eso es todo; por eso estoy consciente de todas Mis apariciones, de todas Mis Manifestaciones. Soy Todopoderoso, soy Omnisciente.

No solamente Yo, sino tú también lo sabes todo. Pero tu capacidad de conocimiento está opacada por la ignorancia. Yo soy el Conocimiento mismo; por eso lo sé todo. Cuando se mira al Sol en un espejo, no pierde su condición ni su gloria. No se le afecta, su gloria no disminuye. De la misma manera, Yo me reflejo en la naturaleza (prakriti); y eso no disminuye en nada Mi gloria ni Mi condición. Permanezco tan Omnipotente y Omnisciente como siempre. Soy nonato, inmortal.

Los humanos nacen como resultado del mérito o demérito de sus existencias anteriores. Quizá piensen que esto es verdad también respecto de los Avatares. No. El tuyo es un nacimiento destinado a la acción (karmajanma); el Mío es un nacimiento para la realización del 'Juego Cósmico' (Lilajanma). Las oraciones de los buenos son la causa de Mi nacimiento. ¡Las acciones de los malvados son también la causa!

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