CARTA A LOS HERMANOS SAI . POR EDUARDO LAGUILLO

OM SAI RAM  

COMPARTIMOS ESTE AMOROSO TESTIMONIO Y  REFLEXION DE NUESTRO HERMANO EN SAI , ESPERANDO SIRVA PARA UNIFICAR  TENDENCIAS EN  LA FAMILIA SAI  Y ENTENDER MEJOR QUIENES SOMOS, DE DONDE VENIMOS,  Y HACIA DONDE VAMOS .   

 NUESTRO MAESTRO NOS ENSEÑO SIEMPRE  EL CAMINO MAS FACIL ;  EL AMOR . 

      GRACIAS .     ADJUNTAMOS CARTA EN PDF

Mi nombre es Eduardo Laguillo, soy español, soy devoto de Sai Baba desde el año 1989. Bueno, en realidad mi alma es devota de Sai Baba desde hace miles y miles de años.

 

Pero en esta encarnación conozco a Sai Baba desde hace 27 años, cuando Él me llamo a su presencia. Y mi alma, que en aquel tiempo estaba tapada por mi ego, pudo escuchar Su Voz y pedirle a mi ego que la llevara a la India. Llegué a Prashanti justo a las 06:00. No había nadie por las calles, todos estaban en la presencia de Sai Baba. Fue el 29 de enero de 1989.

 

40 días más tarde tuve mi primera entrevista con Él y no pude articular palabra. Solo lloraba y lloraba, de éxtasis, de puro Amor. Nunca había estado con nadie tan amoroso. Mi corazón se curó y mi alma por fin encontró lo que tantos eones estuvo desesperadamente buscando, a Dios en Persona.

 

Durante esos 40 días en el Ashram de Prashanti Nilayam viví un proceso de entrega a Sai que no me resultó nada fácil. Me costó entregarme, mi ego se resistía a juntar las palmas de mis manos y ponerme en oración a sus pies. Pero hubo algo que me ayudó mucho, y fue ver como los devotos mayores que se sentaban junto a Swami, antiguos devotos, profesores de sus colegios y universidad, devotos que hacían Seva en la Organización, se inclinaban a Su paso y le hacían Padnamaskar y le pedían con la palmas de sus manos  que Él bendijera sus vidas. Eso hizo que yo pudiera observar mi orgullo, mi miedo, mi soberbia. Pero mi ego no tardó mucho en ceder y se entregó a Su Infinito Amor. Me bendijo con varias entrevistas y muchos mimos y regalos. Pude estar en Su casa y pude seguirle con nuestro amado hermano Alvaro Forqué, que en Paz descanse, por muchas aldeas y ciudades de la India. En aquel primer viaje estuve casi tres meses con Sai Baba. Volví a España el 24 de abril de 1989. Curiosamente Swami abandono Su cuerpo el 24 de abril de 2011. Habían pasado 22 años de relación con el Ser a quien mas he amado.

Cuando Sai Baba desencarnó lloré mucho, mucho más que cuando mi padre biológico falleció. El desconsuelo era total, pues mi cuerpo anhelaba Su Mirada, de hecho aún la anhela. Pero con los años he ido creciendo y madurando y sé que Él siempre me guía, siempre, aunque muchas veces yo no quiera escucharle.

 

Bueno, basta de hablar de mí. Voy a recordar cosas que Él nos dijo.

 

Él nos dijo que por el mero hecho de mirarnos, no solo nos bendecía sino que quemaba la totalidad de nuestro Karma. Así hizo con todos los que se acercaban a Él. Millones de personas.

 

Y fue también Él quien nos dijo que nos había llamado a todos y a cada uno de nosotros a Su lado. Y aunque fue Él quien nos llamó, Sai Baba también contaba que en realidad fueron nuestros rezos durante miles de años lo que hizo que Él mismo, que Dios mismo en persona, descendiera a nuestro planeta y reencarnara como el Avatar.

 

¿Por qué cuento todo esto? Porque me sorprende observar como devotos antiguos

parece que han olvidado de donde procede el llamado, de donde procede la Verdad. Pues fueron millones de almas que rezaron para que estuviera en la Tierra en esta época, nuestra época. Y fue Él quien accedió a través de Su infinita misericordia.

 

Desde esta perspectiva, esta auténtica realidad, contada por Él, nosotros, los devotos, debemos recordar cuál es nuestra procedencia, debemos recordar de dónde venimos y debemos recordar que Él nos ha bendecido con Su Gracia una y otra vez, y que sigue haciéndolo, y no solo en Prashanti, y no solo a través de la Organización Sai, y no solo en Muddenahalli, sino en todo el Universo. Y por supuesto en nuestro Interior, donde Él siempre Nos dijo que está.

 

¿Por qué nadie tiene entonces que arrogarse ningún derecho de posesión de la Verdad, si Ésta está en todos nosotros? ¿Si Dios reside en nuestro interior, y Swami se hartó de decirnoslo, por qué seguir buscando fuera, cuando su cuerpo ya no está? Creo que porque aún hay apego, y eso es absolutamente lógico y razonable.

 

¿Por qué no buscamos definitivamente en nuestro interior, con toda nuestra voluntad, con toda nuestra fé?

 

¿Por qué seguimos mirando afuera, viendo lo que hacen los demás? No deberíamos quizá madurar, crecer, integrarnos, encontrar nuestro verdadero Ser, al Dios interno y desde ese reencuentro con nuestra más profunda Verdad, a la que algunos le llaman Sai, pero que tiene muchos nombres y formas, unirnos y no ver diferencias? ¿Por qué si Sai Baba nos dijo que Él esta en todos los Nombres y en todas las Formas nos empeñamos en arrogarnos un derecho de propiedad? ¿Por qué no hacemos caso de Sus Enseñanzas y las ponemos realmente en práctica? Sus Enseñanzas hablaban y hablan de Amor y de Unidad, de la Unidad indivisible del Ser, lo único que Es Real. Y que insisto tiene tantas Formas y tantos Nombres; incluso no tiene ni Nombre ni Forma.

 

¿Por qué entonces todo este revuelo con Muddenahalli? ¿Es que hemos perdido nuestra conexión y nuestros más bellos recuerdos? ¿Es que no nos acordamos de que hemos sido los más afortunados seres humanos durante milenios? ¿Desde Krishna?

 

¿No deberíamos estar dando gracias y bendiciendo a cada uno de nuestros hermanos, estén en la Organización Sathya Sai Baba, en Muddenahalli, o en cualquier otra organización o religión? ¿ Y no deberíamos estar bendiciendo a todos aquellos devotos que no pertenecen a la Organización pero que llevan a Sai Baba en su corazón? ¿ Y bendiciendo a Toda Criatura de Dios, sea esta como sea?

 

Y vuelvo a recordar. Hace milenios todas nuestras almas (las que están ahora en Muddenahalli y las que están en Prashanti y en la Organización, oraron con devoción total para poder encarnar cuando el Señor encarnara. Y Él nos concedió nuestro más preciado deseo, estar con Él. ¿No debería eso ser suficiente razón para estar juntos y felices por el resto de ésta, nuestra encarnación, junto a Él?

Y….

¿Es que hemos olvidado para qué hemos nacido? Humildemente recuerdo Sus Palabras. Hemos nacido para realizarnos, para realizar a Dios en nosotros. Ese es el único  propósito por el cual Él vino a la tierra, para ayudarnos a recordar quien en verdad somos. La Organización Sai Baba es Él mismo, pero Él no solo está en la Organización, Él está en ti, en mí, en todos, en todas partes, en lo bueno y en lo malo. ¿Es que acaso no aprendimos nada durante todos los años en los que amorosamente y con infinita paciencia nos instruyó?

 

Sai Baba se estará riendo de nosotros ahora mismo, viendo en la trampa en la que hemos caído.

 

Creo que deberíamos estar todos juntos, todos aquellos que hemos tenido la Gracia, la Bendición de estar junto a Él. No deberíamos crear facciones ni separarnos. Siento de verdad que deberíamos apoyarnos los unos a los otros.

 

Sin embargo, ahora, nos ocupamos de mirar lo que hacen los demás y nos preocupa conservar el "prestigio" de la Organización, como si realmente fuera importante conservar cualquier prestigio! Sai Baba no necesitó que nadie le defendiera, tampoco Él se defendió. ¿Por qué, acaso el alma, el Ser, necesita defensa alguna?

 

Esto que está pasando es según mi sentir un claro ejemplo de olvido de Dios. Esta división solo la crea el ego, quien es el perfecto encargado de hacer dicho trabajo.

 

Y sobre todo, creo que nos hemos olvidado de lo realmente importante y verdadero, que todos somos UNO, que todos somos Dios, y que cualquier visión que separe, de la forma que sea, es solo un ejemplo de nuestra ignorancia y de nuestro apego, de nuestro olvido.

 

Cuando Swami me tomó la mano, liberó a mi alma, liberó a mi Ser. Cuando miró a mis ojos pude verme en Él. Cuando quitó la venda de mis ojos y pude mirar al cielo con esperanza y confianza, cuando quitó mi profunda pena, mi eterno pesar, mi alma respiró por fin. Eso fue porque me entregué, y me entregué porque Él me ayudó, como a tantos de nosotros. Gracias Swami, confío en que nos des sabiduría y discernimiento para que no olvidemos para qué estamos aquí. Y confío que nos des la Virtud de la Gratitud, ser gratos para que podamos recordar quien en verdad somos.

 

He escrito esta carta porque quiero aportar un poco de Luz, Recuerdo, Conciencia y Gratitud viendo esta separación y este debate que está sucediendo. El mundo necesita ahora que estemos juntos y unidos.

 

Gracias por leer estas palabras que surgen de lo más profundo de mi corazón. Eduardo Laguillo

Om Sai Ram