EL DESPERTAR SAI
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PLATICAS DE SATHYA SAI BABA

DIOS ES AMOR

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jueves, 22 de octubre de 2020

Shanti Vedika



Discursos dados por Sai Baba

( Impreso en castellano en Divinas Palabras 1985 I )
Divinas Palabras
9 de Diciembre de 1985
Brindavan
Shanti Vedika
Este gran país que es Nuestra Madre Patria es el que le ha dado nacimiento, a través de las edades, a grandes personajes y personalidades que, por sus actos, lograron renombre y fama tanto para sí como para su patria; fama que llegó a trascender las fronteras de todos los continentes. En esta patria nacieron también gentes valientes, valerosas y esforzadas que tuvieron el poder de ahuyentar a fuerzas extranjeras invasoras; gentes que a través de su pura erudición lograron el pináculo de la gloria; gentes que sobresalieron en las disciplinas de la música, la literatura y la danza, y que han adornado el firmamento de esta tierra a través de las edades. Esta también ha sido la Tierra Misteriosa en donde la gente ha desentrañado los misterios ocultos bajo el ropaje de las bellas artes. Por haber nacido en este país, oh devotos, es vuestra noble responsabilidad proteger la paz, la integridad y la soberanía de esta noble y gran Patria.
¡Encarnaciones del Amor! Siempre aspiramos a vivir en un estado de paz y de comodidad, pero ¿cómo nos será posible alcanzar esta paz? ¿En dónde podemos encontrar este estado de paz? ¿Se encuentra esta paz en el mundo material que nos rodea, es externa a nosotros mismos? Suponiendo que se logra en el mundo circundante, debería poder conferirles una paz duradera, sin embargo vuestra experiencia es distinta. Como lo saben, la paz está dentro de ustedes mismos.
El animal que vaga libre ve un espejismo y, tomándolo por una charca de agua, corre hacia él, sólo para quedar decepcionado al no encontrar agua. De la misma manera, el hombre se engaña a sí mismo al creer que debe buscar la paz en el mundo que lo rodea. Corre tras todo lo que es material y todo lo que es efímero, sólo para que en el proceso se apague su entusiasmo y se sienta deprimido y desanimado. Se debe justamente alas influencias exteriores que uno se olvida de lo que es duradero, de lo que ha de buscar. Si, por el contrario, se corre tras lo transitorio, ello conduce al abatimiento y hasta llegar a sentirse impotente. En verdad, en cada individuo se encuentra este elemento de la paz en un estado natural. Desafortunadamente, no reconocen esta paz innata en ellos y la resultante es que quedan sujetos a la ansiedad y la agitación. Sólo la paz les puede conferir un estado de alegría y de bienestar. ¡Y no son la desazón, ni la ansiedad o la agitación las que llevan hacia la paz!
El santo Thyagaraja le entregó al mundo el mensaje de que se podía obtener la alegría y el bienestar únicamente a través de la paz. Cuando otros nos ponen en ridículo, nos critican o se burlan, perdemos nuestro sentido de paz y de ecuanimidad y tendemos a darle salida a nuestros sentimientos de ira y de odio. En tales momentos, cuando se nos ha provocado hasta el extremo, deberíamos esforzarnos por mantener intacta nuestra paz. Deberíamos poder sondear más en este aspecto; por ejemplo, si alguien nos critica, ¿acaso hay alguna justificación para esta crítica que se nos está haciendo? Si en realidad tenemos un defecto, evidentemente tendríamos que intentar rectificar nuestras fallas y si, por el contrario, estamos libres de defectos o fallas, no debemos dejar que surja este sentido de agitación ante la crítica injustificada. El segundo aspecto se refiere ala persona que critica; aunque lo haga justificadamente, ¿tiene el derecho y la autoridad para hacerlo? Deberemos observar también el motivo que hay tras la crítica, ¿es que la otra persona nos odia o hay algún elemento de envidia en ella? ¿Por qué nos critica? Sí el motivo es la envidia o el egoísmo, obviamente deberemos decirnos: RESULTA NATURAL DE SU PARTE EL COMPORTARSE ASI. No estará utilizando sino lo que es NATURAL PARA ELLA. Mas no es natural para nosotros, de modo que deberíamos hacer que afloren nuestras propias cualidades naturales. La paz nos es connatural, somos en verdad, encarnaciones de la paz.
La paz representa un ornamento de la existencia, para el sadhaka es como una joya que lo adorna. La paz es como un escudo que cubre al sadhaka. Y, puesto que ES NUESTRA NATURALEZA, deberíamos empeñarnos en proclamar esta identidad nuestra.
Existen los que se inclinan hacia los sentimientos de en»idia, ego e ignorancia y que, debido a ello, tienden a salirse de ruta. Mas, si nos dejamos desviar así, a la larga no seremos beneficiados. Lo que más necesita el hombre es la paz. Sin paz, no hay vida. Ya sea que nos esforcemos por ella o por cualquier otro medio debemos empeñarnos en mantener intacto nuestro espíritu de paz.
Puede que el cuclillo cante y que el cuervo no aprecie su dulce canción, puede que el pato no se alegre al ver a un cisne, pero nada ganan con ello. Así también, si se dejan arrastrar por estos otros sentimientos, a la larga estarán perdiendo su propia naturaleza.
¡Dharmaraja era el rey de reyes! Era la personificación misma de todo lo que es noble y virtuoso, una gran persona. Sus hermanos eran Bhima, Arjuna, Nakula y Sahadeva, todos valerosos y poderosos. Dharmaraja era un sadhaka que tenía a Krishna mismo como su Dios. Estas eran las dotes de los Pandavas, mas ¿qué fue lo que les sucedió? Sufrieron una creciente presión de tensiones y coacciones. Los Kauravas los empujaron hacia el bosque y también desacreditaron a Draupadi, una de las mujeres de los Pandavas. Mas lo que sucedió finalmente fue que lo que proclamó el renombre y la fama de los Pandavas, lo representó esta paz que personificaba Dharmaraja. Por ejemplo, para matar a cien personas, habría bastado con Bhima, pero Dharmaraja no estuvo de acuerdo y proclamó: "¡La paz es nuestro dharma! Podremos lograr cualquier cosa por medio de este shanti o paz. No podremos asegurar la paz por ningún otro medio, ni por mantener un espíritu de agitación y de odio". Al hacerlo, de hecho podríamos perjudicar a la sociedad. El mundo actual ha perdido su sentido de la paz y es por ello que hay tanta confusión y todo este caos en todas partes. Por un lado existe el temor a la guerra, por otro el temor al hambre y a las catástrofes, en tanto que, por otra parte, tienen estas diferenciaciones basadas en castas, credos y otras, como ansias de poder y todos los pensamientos orientados hacia los propios intereses egoístas... Y ello arrastra a las poblaciones estudiantiles hacia agitaciones y temores. ¿Cuál es la causa primaria para todo esto? Ello se debe a que no hemos podido afianzar nuestra naturaleza que es la paz. Nuestra forma misma es paz, esa paz que le trae encanto al país y un cierto grado de esplendor. Es por ello que lo que cada sadhaka debe alcanzar y lo que debe perseguir, es esta paz. Puede que se pregunten, ¿de qué paz se trata? Se trata de la fragante flor que nace del puro Amor. Se trata de la fragancia que deriva como resultado de las buenas obras de uno. Algo que llegará a ustedes debido a las obras realizadas en sus vidas pasadas. Esta noble y fragante cualidad de la paz representa algo que no deben perder, porque con ella lo habrían perdido todo en la vida.
Ya desde tiempos antiguos, ha habido rishis y sabios en este país que se empeñaron en proclamar la grandeza de este shanti o paz. Fueron criticados, ridiculizados y desprestigiados y tuvieron que sufrir inenarrables miserias, pero jamás perdieron esta paz que tenían. Esta es la característica primaria que uno debería exhibir. Representa esa cualidad de permanecer imperturbable y sereno, que si la pierden, habrían perdido su identidad.
Han nacido en la raza humana, son seres humanos, se mueven en una sociedad compuesta por seres humanos, y se les denomina "seres humanos". ¿Mas de qué sirve todo ello, si no manifiestan las cualidades que hacen al ser humano? Esta paz es lo que le agrega fragancia a nuestra vida. Tienen un árbol como el sándalo, toman un hacha y lo cortan; nada le hace el árbol al hacha, mas el hacha lo ha herido; sin embargo, lo que sucede es que el hacha queda perfumada con la fragancia del sándalo. También han encendido una varita de incienso y éste arde consumiéndose, aunque sigue irradiando su perfume por todas partes. De igual manera, un verdadero sadhaka, un verdadero devoto, debería velar por mantener intacta su paz. Bajo cualquier circunstancia deberá irradiar paz en su entorno. ESTE ES EL SADHANA PRIMORDIAL. Traten de lograr esta paz a través del sadhana. La paz no se puede obtener en el mundo exterior. Ni nuestros parientes, ni nuestra familia, ni nuestras posesiones materiales, ni el renombre y la fama, nada de ello nos dará paz. La paz es algo que surge desde vuestro interior, no es algo que se acumula en el exterior.
Hablando sinceramente, hemos perdido de vista lo que deberíamos tener en la mira para esta vida, y como resultado, nos hemos extraviado y estamos desperdiciando nuestro tiempo y nuestra energía. Si una mano actúa sola para ofrecerse, se dice que no le produce daño alguno a la sociedad, mas si se ofrece también la segunda y ambas actúan en combinación, el daño es indecible. Debemos esforzarnos por enfrentar a los enemigos que están dentro de nosotros y no a los que están afuera. Este es el tipo de sagrado sadhana en que cada sadhaka deberá empeñarse.
En esta creación nuestra, hay árboles, animales y todos los demás tipos de formas de vida que ayudan al hombre. Pero el hombre se ha vuelto egoísta y está perjudicando a su propia raza, daña a sus propios padres, a sus propios maestros y le está causando daño a Dios mismo. ¿Cuál es la causa de todo esto? ¿Por qué una persona se transforma así? No es nada más que el egoísmo sin fin, el egoísmo y el afán de promover los propios fines; por ello este hombre llega a cualquier extremo y se olvida de sí mismo. Mas no duden que todo el tiempo hablará de ideales como Sathya, Dharma, Shanti, Prema y Ahimsa, aunque no los practique. Nunca los pone en práctica. Este es el problema principal, así que; en vez de hablar tanto, traten de practicar, eso es lo urgente. Sólo cuando el hombre promueve estos nobles ideales en sí mismo, sentará un nuevo peldaño para actos superiores futuros.
En este mundo, todo lo que hagamos por medio del cuerpo que se nos ha dado estará sintonizado con esto. Mas el hombre no se esfuerza por entender esta significativa verdad. Si desean obtener una cosecha de una cierta variedad, se aseguran de que estén sanas las semillas, nunca sembrarían semillas defectuosas o enfermas. Siembran las semillas buenas y sanas y así también los frutos serán buenos y sanos. De igual manera, si siembran las semillas de estas plantas espinosas, obtendrán nada más que espinas en todas partes, las que los herirán sólo a ustedes. Deben considerar, además, que no pueden sembrar y cosechar de inmediato, requerirán de un cierto tiempo. Esta es la verdad que deben entender. Es como si al haber hecho algo malo hoy, sintieran: "Bueno, he hecho algo malo, pero no he obtenido ningún resultado adverso..." ¡No se dejen arrastrar por este sentido del ego! Porque lo que hayan hecho no es sino la siembra de la semilla, el fruto lo recibirán más adelante, y será un fruto malo... ¡No se olviden de esta verdad fundamental! Cuando siembran, ponen una sola semilla, pero ella les dará cientos de frutos. Así también, cuando se involucren en un acto malo, éste se multiplicará más adelante y los frutos llegarán a ustedes de muchas maneras. Similarmente, lleven a cabo sólo un acto bueno en el día de hoy, y un número incalculable de obras positivas les saldrán al encuentro en una fecha posterior.
De este modo, tanto el bien como el mal que experimenten no es sino el resultado de lo que hayan hecho en una etapa anterior. Nada tienen que ver con la influencia de la gente o las circunstancias que los rodeen. El tipo de acción o karma a que se entreguen proclama vuestra propia naturaleza o, más bien, les hace obtener lo que les está destinado. Lo que hayan encontrado es lo que conforma vuestros hábitos, vuestros hábitos van transformándose en vuestra naturaleza y vuestra naturaleza, a su vez, determina el fruto. Es así que este fruto no está en nuestras manos. Si desean experimentar lo bueno, traten de hacer algún bien ahora, lleven a cabo cosas que tengan que ver con la paz. Si quieren ir a Bangalore y de ahí tomar el tren que lleva a Whitefield, entonces deberán tomar el tren que va a Bangalore, y no el que va a Kolar... Alguien que quiera ir hasta Bangalore deberá tomar el tren en esa dirección. Pero, si en vez de hacer esto toman el que va en sentido contrario, ¿cómo esperan llegar a su destino?
Así también, vivimos en la ansiedad y deseamos asegurar la paz, pero nos empecinamos en hacer cosas que contradicen todo esto. Lo que pueden observar hoy en día en cualquier persona es esta debilidad: hasta en las cosas más pequeñas no podemos ejercitar nuestra paciencia. Imaginemos que están leyendo un libro y vuestro hijo pequeño se les acerca a hablarles. De inmediato se ponen impacientes, ¡no pueden soportar ni la presencia de vuestro propio hijo! Otro ejemplo. Un mosquito viene a posarse en la punta de vuestra nariz, lo espantan, pero vuelve una y otra vez al mismo lugar. Se impacientan. Tratan de ahuyentarlo con mayor vigor... ¡Ahí está otra vez! Un pequeño e insignificante mosquito les causa este problema, paso a paso van perdiendo el innato espíritu de paz y se van sumiendo en un estado de agitación.
¡Esta es vuestra debilidad! En el momento en que puedan detener esta sensación de debilidad, en ese momento se convertirán en sadhakas. Aunque haya gente que se dedique a la crítica, que nos ridiculice e incluso nos perjudique de varias maneras, de ningún modo deberemos dejar que se nos escape este sentido de la paz en nosotros. Un hombre que no entienda su naturaleza, que no entienda lo que es sagrado, que esté lleno de egoísmo y que quiera que todo apunte hacia sus propios fines, se extraviará; los verdaderos sadhakas, en cambio, que desean hacer el bien y santificar sus vidas y ser desinteresados, y que, pese a ello, toman por este camino errado, no serán consecuentes con lo que buscan. Si observan a un elefante, verán que pueden ser muchos los perros que le ladren cada vez que lo vean, ¿pierde algo el elefante con ello? Los perros también pueden ladrarles alas estrellas, ¿se cae alguna por ello? De manera similar, ante esta gente insignificante, dada a estas ideas y pensamientos insignificantes, debemos tratar de ejercer nuestra paciencia y obtener la Gracia a cambio.
Hay gente que se dedica a ridiculizar a los bhaktas, señalando que no son más que exhibicionistas. Si el bhakta lleva un traje recién lavado y planchado, lo comentarán; si se dedica a sus propios asuntos, lo criticarán tildándolo de egoísta y si el devoto trata de entablar una conversación amable, dirán que es un parlanchín, y si hace lo que se le ha encomendado, dirán que es un tonto. De este modo siempre buscan defectos inexistentes. El que anda buscando fallas en los demás llevará en sí la marca de una mente malévola. El andar husmeando las pisadas pertenece ala naturaleza del perro, ¡nosotros no deberíamos caer en esta costumbre despreciable! Si se rigen por lo que hacen los malvados, ¿qué diferencia establecerían respecto de sí mismos? Si dicen que algo no está bien en una persona, vigilen de no caer en la misma equivocación; sólo así estarán promoviendo la causa propia: es necesario que nutran sus propias buenas cualidades. Deberán eliminar en sí mismos todo lo que se llama "flaqueza". Promuevan el amor, nutran su paz y su ecuanimidad, sean verdaderos seres humanos. Para el hombre, su esencia misma es la paz; si han perdido la paz, lo habrán perdido todo en la vida.
Desde tiempos muy antiguos, los sabios de este país han estado experimentando este sentirüiento de paz: paz del cuerpo, de la mente, del alma. Debería haber una perfecta armonía y paz. Vuestros pensamientos, palabras y obras deben estar en armonía, lo que se define en un dicho especial en el lenguaje védico: cada vez que terminamos con un programa, con el arathi o con bhajans, entonamos shanti, shanti, shanti... ¿Para qué? El primer shanti representa "que podamos gozar de la paz en el cuerpo"; este cuerpo no ha de afiebrarse por sentimientos de odio, celos, apegos y otros por el estilo; no ha de ser arrastrado por ellos.
Cualquier tipo de noticias que hayan de recibir, recíbanlas en un estado de paz y de calma, ya sean buenas o malas. Para ello se hace necesaria la paz, la armonía y la calma del cuerpo. Si llegan a perder la paz del cuerpo, pueden caer víctimas de enfermedades.
El segundo shanti pertenece ala mente. Esa es su naturaleza, ésa es la verdad y eso es lo que deben entender, ya que esta paz mental es esencial. Deberían decirse: "Algo que no esté en mí nunca podrá llegar a ser mío. De modo que no importa el número de personas que vengan a señalar algo que no está en mí, ¿por qué habría de resentirme y odiarlas? Debo mantener mi sentimiento de calma, ya que si no es mío, ¿por qué habría de preocuparme? ¿Por qué habría de perder la serenidad? ¡Yo la perdería, mas no así la otra persona!".
Esta ignorancia nos ha hecho perder algo que es nuestro: la paz. Un pequeño ejemplo: si alguien viniera a pararse frente a Mí y señalar hacia Mi pelo con su dedo y lanzar algunos comentarios burlones como "Sai Baba el calvo... Sai Baba el calvo...", a Mí no me perturban. Cuando se alejan un poco, reconocen lo que realmente tengo: una corona de cabellos. Tampoco me afecta: es cierto que tengo una "corona de cabellos", la calvicie es lo que no tengo. Si la gente se dedica a comentarios como éstos, no deben molestarse por ello. Esta es la decisión a la que deben atenerse: adhieran a la Senda de la Verdad, vuestra propia naturaleza.
Si el malvado y el noble toman el mismo camino, ¿qué diferencia habrá entre ellos? El sadhaka deberá llevar algo en sí que pregone que es un sadhaka. En los días que hablamos de Ramaraja, ¿de qué hablamos? Esta esencia del amor, de la propia naturaleza de uno, de la propia paz. Deberíamos proclamar nuestra identidad con nuestra paz y nada más, porque ello es el Ramaraja, el Reino de Rama, el Reino del Amor. ¡Y éste es el Amor que deben promover! Sin dejarle lugar al odio.
Para poder proclamar nuestra propia naturaleza, nuestra propia raza, casta, credo, religión y país, se hace necesaria esta paz. La Antigua India tenía paz en abundancia. ¿Cuánta gente ha habido que ha tratado de atacar e invadir este país? Mas él siempre respondió con paz y tolerancia, hasta que llegara el momento de actuar. Así también ustedes deben esperar que les llegue el momento, y tener paciencia. Adecuándose a las circunstancias que prevalezcan, refuercen el sentimiento de paz. Si llegaran a sentir que se ha puesto como un hierro candente, denle solamente un soplo y lo quebrarán. Cuando el hierro candente se ha enfriado se puede utilizar sin que se dañe. Es por ello que se dice: espera el momento y cuando llegue el momento oportuno, ataca y ganarás. Mas para eso necesitarán de este sentido de la paz, porque la paz será la causa de vuestra victoria. El mundo ha llegado a este lamentable estado únicamente debido a la envidia y al egoísmo. Este mundo tiene que ser traído de nuevo al camino correcto, y sólo el amor y la paz lo pueden lograr. Nuestros pensamientos, nuestras acciones y nuestras emociones debemos llenarlas de amor, de verdad y de paz, porque así se convertirán nuevamente en amor. Y, por otra parte, el amor es la causa de todos nuestros éxitos. PUEDE HABER GENTE QUE LOS ODIE, MAS USTEDES DEBEN AMARLA. Sólo entonces habrán vivido una vida acorde con lo que se ha establecido en este país.
Deben nutrir y sostener la paz, y espero que lo hagan. Los trabajadores en la Organización de Sathya Sai deben estar llenos de amor, de paz y deben llevarlos a sus actividades de servicio. No deben dejarle lugar al odio, al ego o a debilidades. No debemos dejarnos debilitar, ni desanimar, ni abatir por nada. Debemos ser osados, valientes e intrépidos y lanzarnos hacia la sociedad. Esto es lo que Sai quisiera que cada uno haga, éste es el ideal que hay frente a ustedes, de modo que deben asumir su tarea con un sentimiento de tolerancia, de paciencia, de paz y de amor, y ello representará vuestro verdadero sadhana.
Cierto es que hay nueve tipos de bhakti, mas cada uno de ellos contiene dos elementos esenciales: amor y paz. Hay también seis tipos de bhakti que son característicos a su manera, en donde la paz reina supremamente. El primero de ellos es el shanti bhakti, la paz. Este es el motor que los lleva adelante, en primera línea: la paz. Bhishma había caído y yacía sobre un lecho de flechas, en donde permaneció por no menos de 56 días, víctima de terribles sufrimientos, mas lo soportó todo con un sentido de resignación, paciencia y paz, esperando que llegara un momento propicio. La moraleja de esto es que: cualquier tipo de sufrimiento que deban soportar, enfréntenlo con un sentido de paz y serenidad. Cuando no experimentan esta paz, son arrastrados por cosas insignificantes, se agitan y pierden el tiempo y la energía. Se dejan arrastrar, se enojan y piensan que están castigando a otros... ¡No! ¡Sólo se castigan a sí mismos! Cualquier cosa que pierdan es posible que la recobren, mas la paz perdida no se recobra jamás.
Traten de lograr la paz, afiáncenla y cuiden de no perderla... Naveguen por sobre los momentos en que teman perderla, esto es vuestro sadhana
¡Encarnaciones del Amor! Nadie puede entender la naturaleza de Sathya Sai ni Sus ideas. Sathya Sai es el Uno cuyo corazón es puro y desinteresado. En ningún momento y ningún lugar y bajo ninguna circunstancia le ha causado algún daño a otros, ni jamás le causará daño a nadie. Esta naturaleza de Sathya Sai debe enfrentar y desafiar incontables dificultades, justamente porque estamos sumidos en momentos de ansiedad y nos hemos vuelto débiles. Sin embargo, LA VIDA ES UN DESAFIO, ¡ENFRENTENLO! LA VIDA ES UN JUEGO, ¡JUEGUENLO! LA VIDA ES AMOR, ¡GOCENLO! LA VIDA ES UN SUEÑO, HAGANLO REALIDAD!
De lo dicho, lo primero significa que "la vida es un desafío" que deberíamos enfrentar y vencer con éxito; esto representa el objetivo principal para todo verdadero sadhaka. En lo que concierne a Sai, El jamás se inmuta, no se produce ninguna alteración en El. Hay tantas personas que se dedican a tejer historias, hay tantas personas que quieren hacer las cosas a su modo, ya que, como lo dicen las Upanishads: "Hay tantas cabezas en el mundo, y cada una de ellas piensa a su manera". El que cada una trame su propia historia no necesita influenciarnos, dejémonos guiar por nuestros propios pensamientos. Seamos nobles, virtuosos y buenos. Esto es lo que debiera representar nuestra verdadera naturaleza. ¿Qué significa sadhaka? No es hacer japa, dhyana o cantar bhajans, es levantar estas cualidades de amor y de paz.
El japa, el dhyana, etc., no deberían representar sino instrumentos para ustedes, aunque ello no significa que los desechen. Constituyen medios que deberían otorgarles lo que es permanente: amor y shanti. Son ellos los que deberían convertirse en sus posesiones permanentes .
... Prema mudhita manase ...

Traduccion Herta Pfeifer

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