Los seres humanos son los objetos más preciados en la creación del Señor. Son mucho más valiosos que toda la riqueza del mundo. De hecho, es el hombre quien imparte valor a todos los objetos. Pero no son capaces de reconocer esto porque las personas se sienten atraídas por los objetos visibles del mundo experimentado por los sentidos, y no son conscientes del Espíritu dentro de ellas. Para lograr cualquier cosa en este mundo, son esenciales tres cosas: en primer lugar, el dominio de los sentidos, en segundo lugar, el control de la mente, y tercero, el mantenimiento del cuerpo en perfecta salud. Cuando los tres requisitos están presentes, pueden sin duda lograr su objetivo. ¡Pongan el esfuerzo adecuado y logren muchas cosas buenas con el poder que ya poseen! No pierdan su poder entregándose a los placeres sensuales sin autodominio. Con estas tres cosas pueden lograrlo todo. |
- 'My Dear Students', Vol 2, Ch 8, Jun 15, 1989. |