EL DESPERTAR SAI
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PLATICAS DE SATHYA SAI BABA

DIOS ES AMOR

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sábado, 20 de noviembre de 2010

REFLEXIONES SOBRE LAS ENSEÑANZAS DE SAI BABA


Reflexiones Sobre las Enseñanzas
de Sai Baba

Sé Feliz

(Material de estudio en el Encuentro Nacional Administrativo, San Luis Potosí)
Septiembre 2010


A veces Sai Baba le dice al devoto, sé feliz. ¿Qué significa? Significa que de la misma forma que él es feliz, Él también quisiera que nosotros lo fuéramos. Sólo que el hombre es totalmente feliz únicamente cuando está libre de deseos y apegos; un hombre así no desea vivir ni morir, acepta su vida que le toca y la vive a plenitud. Si le informan que pronto va a morir, no se asusta ni deprime, sigue siendo feliz. Lo interesante de esta orden o consejo de Sai Baba 'sé feliz' es que está al alcance de todos nosotros. Todos podemos ser felices ahora, ya, en este momento. ¿Qué tenemos que hacer? Tan sólo obedecerlo y seguir sus enseñanzas. ¿Por qué no eres feliz? Porque 99.9% de todo lo que piensas, de todo lo que haces, es para ti mismo — y tú no existes.

La Ley de la Evolución
El Vedanta nos enseña que todas las actividades del hombre son guiadas por la ley de la evolución (niyati). El destino del hombre está controlado irremediablemente por esta ley. Ni siquiera los dioses están libres de ella. Si se nos ocurriera pensar, ya que todo a su alrededor ha sido ordenado, que el hombre puede permanecer pasivo, entonces aún esta actitud estaría predeterminada por esa ley de evolución.
El sabio Vasishta le dijo a Rama, "un hombre sabio no deja de esforzarse, pero al mismo tiempo, siempre permanece conciente de esta ley de evolución. Sabe que hasta las actividades que aparecen bajo el disfraz de autoesfuerzo, están bajo el control de la ley de evolución cósmica".
Swami ha dicho que él no hace ni un movimiento ni dice una sola palabra que no hayan sido predeterminados y que no tengan una función en la misión a la que ha venido.
Tomando en cuenta lo anterior, en nuestro caso ¿cómo deberíamos actuar? Swami nos dice: Cumplan con su deber de una manera total, en forma concentrada y hasta los límites de su capacidad. Pero, al mismo tiempo deben permanecer desapegados, manteniendo una actitud impersonal y siendo indiferentes a los resultados. Es decir, uno le ofrece todo al Señor sintiendo que está haciendo su trabajo y, por lo tanto, los resultados no son de uno.
En esta etapa en la que la mayoría nos encontramos, somos instrumentos o sirvientes o mensajeros de Dios, que hacemos su trabajo y se lo ofrendamos a Él. Esta es una primera etapa en este drama de la evolución cósmica. Pero Swami no desea que nos estanquemos aquí para siempre porque en este nivel aún tenemos ego y estamos envueltos en la dualidad. Decidimos ser servidores, devotos o seguidores. La mente toma la decisión y crea la separación entre yo, el adorador y Swami, lo adorado. Es una etapa en la que me encanta sentirme amado y consolado por mi padre y madre divinos.
Sólo que debo crecer y convertirme en un verdadero devoto maduro; dejar de ser el adorador de Dios para volverme Él, fundirme con Él. Soham, Shivoham, "yo soy Él", "yo soy Shiva".

¡Encarnaciones del amor!
¿Cómo se puede alcanzar la paz mental? Sólo es posible cuando uno toma conciencia de su divinidad innata. ¿Por qué no son capaces de experimentar la paz? ¿Dónde reside el error? Siguen preguntándoles a otros: "¿Quién eres tú?" Sin embargo, no hacen esfuerzos por indagar dentro de sí, "¿quién soy yo?" Allí reside el error. Una vez que tomen conciencia de quiénes son, estarán libres de penas y dificultades para siempre. Por eso, en primer lugar, deben realizar esfuerzos por tomar conciencia de su verdadera identidad. ¿De qué sirve saberlo todo sin ser concientes del Ser?
El cuerpo está compuesto por los cinco elementos y, tarde o temprano, está destinado a perecer. Sin embargo, el morador interno no tiene nacimiento ni muerte. El morador interno no tiene ningún apego y es el eterno testigo.
¿Quiénes son ustedes? Ustedes piensan que son el cuerpo. Sin embargo, no son ni el cuerpo ni la mente. El cuerpo humano es como una burbuja de agua. ¿cómo pueden identificarse a sí mismos con semejante cuerpo efímero? Ustedes pueden decir: "Yo soy la mente". La mente no es otra cosa que un manojo de deseos. Un día u otro, tendrán que abandonar todos los deseos. Por lo tanto, no se identifiquen con la mente.
Hoy el hombre tiene deseos ilimitados. Su mente fluctúa de un instante a otro y por eso se le llama mente de mono. No permitan que la mente se comporte como un mono. Ustedes pertenecen a la humanidad, así que mantengan su mente siempre estable. Recuérdense constantemente que son seres humanos. Abandonen la conciencia corporal y vivan en la conciencia constante de que son Dios.
Quizá pregunten: "¿Acaso hay alguien que no tenga preocupaciones y deseos?" Yo mismo soy el ejemplo viviente de esto. No tengo absolutamente ningún deseo. Todo está en mis manos. Puedo darles cualquier cosa que me pidan. No obstante, no ansíen cosas materiales de mí. Son transitorias como nubes pasajeras. Pidan aquello que eterno.

Consideraciones Sobre el Uno
Cuando se conoce al Uno, no puede haber temor. ¿Por qué?, ¿cómo puede el Uno temerse Él mismo? Tampoco puede haber deseo, porque cuando no hay ningún otro, ¿cómo puede surgir el deseo de poseer? Tampoco puede haber envidia, odio, codicia, orgullo o cualquiera de las pasiones malignas que atormentan al hombre y no le permiten tener paz. La conciencia del Uno asegura la paz inquebrantable. El Uno -llámenlo Dios, Brahman o el Absoluto Universal- es todo amor, todo conocimiento, todo sabiduría, todo dulzura. Es dulzura.
Entonces, ¿cómo puede haber amargura en Él o en la verda­dera naturaleza del hombre, si éste es manifestado por Él, de Él y para Él?
¿Cuál es el rasgo específico del hombre? ¿Cómo puede el hombre justificar su supremacía? Su supremacía está en la capacidad de hacerse conciente de su verdad. Utilizamos la frase "concentración u objetivo en un solo punto" cuando nos referimos al sadhana. El significado que generalmente damos a esa frase no es correcto. Cada órgano de los sentidos o facultad tiene un "objetivo" que lo justifica. Ver es el objetivo del ojo; oír es el objetivo del oído. Si no hay ningún objetivo, se es ciego o sordo.
Ahora, ¿cuál es el objetivo de la mente? Cuando decimos "concentración u objetivo en, un solo punto", damos a entender que la mente debe dirigirse hacia el Uno, al Uno que se considera que no tiene un segundo, el Uno que ha declarado el haberse convertido en muchos. A menos que la mente haga a un lado todas las otras búsquedas y anhele volverse conciente del Uno que se ha vuelto los muchos, se puede decir que la mente también está enferma y que está sufriendo de algún defecto.

La Autoentrega Total
Arjuna buscó obtener de Krishna no la placentera gloria mundana del poder, de la posición y de la riqueza, sino la gloria imperecedera de la felicidad plena. Dijo: "La gloria mundana se obtiene con el esfuerzo humano. ¿Por qué he de anhelar de ti lo que yo pueda ganar por mi propio esfuerzo? No soy un torpe para pensar así. Otórgame la gloria que está más allá del alcance de mi esfuerzo. Esa no es el fruto del karma; ¡es el fruto de la gracia!". Así fue como Arjuna se elevó a la altura de la entrega absoluta, a la rendición de la voluntad individual a la voluntad suprema.
Mucho puede decirse de la autoentrega total. El hombre suele entregar su dignidad y su posición a otros hombres, con diversos propósitos en la vida: riqueza, fama, posesiones, lujo poder, etc. Pero rara vez tiene la oportunidad de entregarse al Señor por el Señor mismo. ¿Cómo puede llegar a tener ese anhelo mientras siga deseando, anhelando el objeto, y rechazando la base sobre la cual descansa el objeto? ¿Y cuánto tiempo puede brindar satisfacción un objeto sin base? Él quiere al don, ¡no al dador!... ¡quiere lo creado, no al creador; las cosas de la mano de Dios, pero no la mano misma! Anda persiguiendo algo que no existe. ¿Puede existir un objeto sin una causa preexistente? No. Y si lo hubiera, no podría ser otro que Dios. Es, por lo tanto, mera ignorancia entregar la individualidad a los transitorios efectos de la acción, el resultado en lugar de la causa que lo origina. Mejor entréguense a la base, la causa, al origen de todo, al Señor de todo. Esa es la auténtica entrega.
Hay tres clases de autoentrega: ¡Yo soy tuyo!, ¡Tú eres mío! Y ¡Tú eres yo! La primera afirma que soy tuyo; la segunda asevera que Tú eres mío, y la tercera declara que Tú y yo somos uno, el mismo. Cada una es sólo un escalón de la serie ascendente, y la última es el escalón más alto de todos.
En la primera etapa: ¡yo soy tuyo!, el Señor está completamente libre y el devoto completamente atado. Es como la gata y el gatito; la gata juguetea con el gatito de un lado para otro, a su capricho; el gatito tan sólo maúlla y acepta lo que ocurre. Esta actitud es de docilidad y fácilmente alcanzable por todos. En la segunda etapa: ¡Tú eres mío! El devoto sujeta al Señor, quien hasta ese punto queda "¡atado!" Surdas es un buen ejemplo de esta actitud: "¡Krishna! Tú podrías escapar de mi abrazo, del abrazo de estos brazos; pero no puedes escapar de mi corazón, donde yo te tengo atado". Así lo retaba Surdas. El Señor simplemente sonrió y asintió, pues Él asevera: "Yo estoy atado por mis devotos" sin merma alguna de su decoro. El devoto puede atar al Señor con su amor, por la devoción que vence y domina su egoísmo. Cuando el hombre está lleno de esta clase de devoción, el Señor mismo lo bendice dándole todo lo que necesite. Su gracia satisfará todas sus necesidades.
Enseguida, respecto a la tercera etapa: ¡Tú eres yo!, esta es la inseparable devoción. El devoto lo ofrece todo al Señor, incluyéndose a sí mismo, pues siente que no puede contenerse. Eso completa su entrega.
El sentimiento de ¡Tú eres yo! Es la entrega sin dualidad, basada en la concepción de que todo este mundo es Dios, nada menos, ningún otro. En tanto persista la conciencia del cuerpo, el devoto es el sirviente y el Señor es el amo. En tanto que el individuo sienta que él es algo separado de otros individuos, el devoto es una parte y el Señor es el Todo. Cuando avanza hasta el estado en que sobrepasa los límites del cuerpo, así como del "yo" y lo "mío", entonces ya no hay distinción: devoto y Dios son lo mismo.
¿Cuál es exactamente la causa de toda aflicción? Es el apego al cuerpo lo que produce pesar, así como sus antecedentes inmediatos: el afecto y el odio. Estos dos sentimientos son el resultado de que el intelecto hace una diferenciación de cosas y condiciones como benéficas y perjudiciales. Es un error tener esta idea de bondad y maldad. Sin embargo, uno se apega a los objetos que se consideran benéficos y empieza a odiar a los otros. Pero desde el más elevado punto de vista, no hay ni lo uno ni lo otro; la distinción no tiene sentido. No hay dualidad, ¿cómo puede entonces haber algo bueno y malo? Ver dos donde sólo hay uno es maya, o ilusión. La ignorancia que precipitó a Arjuna a la pesadumbre era de esta naturaleza ver a muchos cuando hay uno solo.
El Gita de Sai Baba, página 23.

Todo es Dios
Krishna dijo que aún la ira y la codicia, cuando no se opongan al deber, son formas de expresión de lo divino. Por lo tanto, todos los sentimientos, todas las formas, todas las cosas y todos los seres nacen de las naturalezas superior e inferior que provienen de la misma esencia divina. Pero para tener sentimientos y emociones más elevados, uno debe acostumbrarse a ver a la forma de Dios en los sentimientos más elevados. Sin embargo, no hay que quedarse con la idea de que solamente lo más elevado es divino y lo inferior no. Eso no es correcto; el mundo objetivo, con todas sus cosas, reacciones, impulsos sátvicos, rajásicos, tamásicos... todos se originan en Dios, Esta convicción podrá crecer y fijarse con firmeza en ustedes solamente si razonan y afirman su verdad.
Krishna también declaró: "¡Arjuna! Todo esto se originó en mí, todo esto existe en mí, pero yo no dependo de nada de esto; recuérdalo: estoy desprendido de todo esto". Aquí hay dos puntos de vista: el punto de vista del individuo, y el punto de vista del Señor. El individuo tiene la doble experiencia de lo bueno y lo malo; el Señor no tiene dualidad alguna. Puesto que todo es Dios, puesto que Dios es el Atma que está en el interior de todos, ¿cómo podría haber dos, uno bueno y otro malo?
Ahora bien, la gente ordinaria podrá abrigar dudas sobre este punto. El Señor dice que todas las cosas, tanto las buenas como las malas, se originaron en él y que él es su causa primigenia; pero al mismo tiempo declara que ¡Él no está ni ligado ni alterado por los efectos o defectos de todo aquello que así se originó! Dice que no tiene relación con ellos y que está por encima y más allá de todo aquello de lo cual él es la causa.
De esta declaración ustedes podrían inferir que el hombre tampoco es responsable en lo más mínimo de lo bueno y lo malo hecho a través de él por la divinidad, que su verdadera naturaleza está más allá de lo bueno así como de lo malo, y que sus actos, por malos que sean, son básicamente provocados por el Señor mismo, pues el hombre no tiene nada que pueda reclamar como acto propio. Cierto; pero la fe en la actitud de que "nada está hecho por ti", de que "todo es la voluntad de. Dios obrando a través de ti", debe ser firme, sincera, profunda e inamovible. No debe haber la menor traza de individualismo. Si ese fuera el caso, entonces un hombre así ciertamente habría alcanzado la más alta meta en la vida. Estaría colmado de bendiciones. Esa realidad tiene que conocerse y ese conocimiento tiene que estabilizarse. En verdad, aquel que tiene la convicción de que todo es Dios, de que no tiene ninguna clase de relación o parentesco con el mundo objetivo, de que él está por encima y más allá de éste, es un sabio, un individuo cuyo paso por aquí ha valido la pena.
El Gita de SSB, página 95

Enseñanza principal de Swami
Krishna declaró: "El atma eterna en todos los seres es una parte de mi Ser". Esto significa que todos nosotros somos partes de lo Divino. Todos ustedes andan en busca de Dios. Pero no es necesario buscarlo, porque ustedes mismos son Dios. Cuando tienen luz en su propia casa, ¿hace falta ir a otras casas en busca e luz?
Ustedes desarrollan el sentimiento de "yo" y "lo mío" debido a la ilusión causada por el apego al cuerpo. El cuerpo, de hecho es la causa de todos los apegos. Pero, ¿va a durar el cuerpo? Durará mientras el principio de vida se mantenga en él; una vez que éste lo abandone, la ilusión, el cuerpo sin ningún miramiento será cremado. Entonces, ¿a quien pertenece este cuerpo? Por todo esto, tú no eres el cuerpo. Tú dices: Este es mi cuerpo, esta es mi mano, esta es mi mente, pierna, intelecto, etc. Todo es mi, mi, mi. Entonces, ¿quién es este mi? Cuando dices, mi pierna, tú estás separado de ella, entonces, ¿quién eres? el 'yo' individual representa el ego. Cuando tú eliminas este 'yo', se vuelve la cruz que adoran los cristianos. Significa que cuando te deshaces del ego, te vuelves tu verdadero ser, tú? Tú eres únicamente tú. El hombre es engañado por su apego al cuerpo y a los sentidos. Pero, tú no eres el cuerpo ni los sentidos ni el intelecto, 'tú eres tú'. Ustedes deberían realizar "Yo soy Yo". Este principio universal: Yo es sólo uno.
¿Ven el poder que hay en esta mano? Puede convertir el polvo en oro, piedras en diamantes, la tierra en el cielo y el cielo en la tierra. Pero no puede dirigir el corazón del hombre hacia Dios. Esa elección la tiene que hacer el hombre. Si el hombre escoge voltear hacia el mundo, entonces Dios se retira y deja al hombre valerse por sí mismo. Pero si el hombre escoge a Dios y da un paso hacia Él, Dios da diez pasos, cien pasos hacia él. Mientras estén identificados con el cuerpo y la mente y crean que pueden elegir, entonces deben ejercer esa capacidad eligiendo a Dios en todo momento.

OM SRI SAI RAM

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