El mundo es una mezcla de bueno y malo, correcto e incorrecto, alegría y pena, victoria y derrota. En un mundo repleto de tales opuestos, debes elegir constantemente entre lo que es correcto y adecuado, y lo que es erróneo e indeseable. No permitas que te guíe la mente; tú debes seguir las indicaciones de la inteligencia. En tanto sigas a la mente, no podrás alcanzar a la Divinidad. A menudo los jóvenes tienden a seguir las inclinaciones de la mente, descuidando su inteligencia, y en consecuencia padecen agitaciones y frustraciones. Para evitar tales situaciones, es de gran ayuda el discernimiento. Debes plantearte lo siguiente: "Soy un ser humano; ¿cómo debo conducirme en esta situación, para ganarme el respeto y la admiración de los demás?". Luego debes actuar en consecuencia. Con seguridad hallarás las respuestas correctas acerca de lo que debes hacer y adónde debes ir. La humildad y el discernimiento son el sello distintivo de una persona educada. |
- Divine Discourse, 'My Dear Students', Vol 2, Ch 10, Jan 16, 1988. |