Las pruebas son como probar a Dios. A menos que ustedes atraviesen las pruebas, su determinación no llegará a ser fuerte. A los estudiantes se les toman tres o cuatro pruebas por año. ¿Por qué? Los exámenes no son para causarles problemas, sino para validar y reforzar su comprensión del tema. Cuando tienen éxito, son promovidos a clases superiores, o logran ingresar a muy buenas universidades. Dios también hace lo mismo. Por lo tanto, den la bienvenida a las pruebas, no como castigo sino como protección. Sin importar cuán duras puedan ser, ustedes deben superarles. Entonces alcanzarán con seguridad un estado superior. Dios ya sabe quiénes son ustedes, pero puede que les pruebe, para sentar un ideal ante los demás. Lo que ustedes ven es una cosa, y la que ve Dios es otra. Dios les prueba, para que todos sus pecados y deficiencias sean enjugados. Así como al oro se le prueba para atestiguar su pureza, las pruebas de Dios son siempre para reforzarles a ustedes el coraje, la paciencia, la determinación y la devoción.
- Divine Discourse, 'My Dear Students', Vol 2, Ch 4, Apr 22, 2000 |