El arrepentimiento salva de la perdición incluso a los pecadores. Ninguna ceremonia de expiación es tan efectiva como el arrepentimiento sincero. Puede que el tendero a veces despache de menos, pero nunca acepta menos dinero; la cuenta debe ser saldada por completo. Págala con arrepentimiento. No puedes engañar al Señor faltando a la sinceridad. A menos que te corrijas, mediante el desapego y el sacrificio, no podrás alcanzar a Dios. El Señor puede ser entendido sólo si te aproximas a Él, cultivas el apego hacia Él, tienes una invariable lealtad hacia Él y tienes fe total en Él. Le entenderás fácilmente, cuando sientas que no eres más que el instrumento, y que Él decide cada pequeño movimiento, en todas partes. Abandona por completo el egoísmo, y cultiva la fe. Entonces, con toda seguridad, podrás verle.
- Divine Discourse, Oct 12, 1964. |