La erudición intelectual no es esencial para el aspirante espiritual. Desarrollen la bienaventuranza, no mediante el mero manejo de difíciles escrituras, sino mediante el cultivo del amor, que comience en sus propios hogares y familias, y se difunda a todas las criaturas del Universo. Dejen esa afilada arma que busca analizar y sajar los argumentos del oponente, haciendo pedazos el punto de vista del otro. Tomen la delicadeza del amor, y distribúyanla a todos y cada uno; gánense los corazones recalcitrantes, y den alegría a todos. Ese es el camino del amor, por el cual Yo les guiaré. Dios conoce sus nombres, títulos, profesiones, estatus y pasado, y se revela a ustedes muchas veces, sólo para satisfacerles y darles un atisbo de Su amor, para que puedan mezclarle con un poco del amor de ustedes, y alegrar sus vidas.
- Divine Discourse, Apr 12, 1959. |