La enseñanza es el proceso por el cual el maestro y el alumno cooperan; una experiencia agradable y útil para ambos. Cuando los maestros entran al aula, los niños les saludan; esta es una lección de humildad, de respeto hacia la edad y erudición, y de gratitud por el servicio prestado. También los maestros deben decidirse a merecer el saludo, mediante sus sinceros esfuerzos y dedicados servicios. Conmuevan a los estudiantes a través de su amor. No ganen el respeto de los estudiantes mediante el miedo. La educación es un proceso lento, como la apertura de una flor, con la fragancia haciéndose más profunda y más perceptible a medida que la flor se abre lentamente, un pétalo por vez. El despliegue será alentado si el maestro es un buen ejemplo de discernimiento, humildad y claridad de visión, en lugar de ser una persona dedicada a la enseñanza simplemente repetitiva, y la preparación para exámenes. El ejemplo, no el precepto, es la mejor ayuda para la enseñanza.
- Divine Discourse, Sep 9, 1958. |