PENSAMIENTO DEL DIA – 18 DE JULIO 2010
A través del proceso de prestar oídos a la gloria de Dios, un corazón impuro será transformado en un corazón puro, iluminado con luz divina. Para los desagradables olores de los afanes sensoriales, el interés por oir del esplendor de Dios es un valioso desinfectante; además de esparcir una dulce fragancia. El escuchar limpiará el corazón medíante el impulso hacia las buenas tareas que da. Un corazón así purificado es el altar más apropiado. Bajo esa fronda fragante se establecerá el Señor Mismo. En ese mismo instante ocurrirá también otro evento. El grupo de los seis vicios que infectaran el corazón, partirá sin un adios. Cuando estos vicios se van, el pérfido cortejo de malas tendencias y actitudes vulgares que vive de ellos, ¡levantará el campo y desaparecerá sin dejar rastro! Entonces brillarán con su esplendor nativo de Verdad y de Amor, y tendrán éxito en fundirse en el Universal y Eterno
Sathya Sai Baba
Traducido de la pizarra de Prasanthi Nilayam.
(Herta Pfeifer)