El estado de ánimo y la conducta de la gente en las salas de cine, en las bodas, exhibiciones, o mientras miran un partido, es muy diferente a los de una reunión espiritual. El estado de ánimo durante un entretenimiento es muy distinto, ya que allí la multitud está movida por impulsos totalmente diferentes. Sin embargo, en una reunión dedicada a las necesidades del espíritu, lo que se espera es calma, atención reverente y ansiosa, y también un devoto silencio. El silencio es sumamente necesario en las reuniones espirituales, en las que se debaten disciplinas espirituales muy profundas. Sólo los ojos y los oídos necesitan funcionar; la lengua no tiene menester de menearse. Entonces todos podrán recibir plenamente el obsequio del amor y la gracia. Aprendan a obtener el mayor provecho posible de la vida, esta oportunidad que se les ofrece para que sublimen sus instintos, sus impulsos, y las impresiones mentales provenientes de acciones pasadas (vasanas), y se eleven más y más en los planos moral y espiritual.
| - Divine Discourse, May 30, 1990. |