





















El amanecer y el atardecer son momentos únicos que solo se pueden vivir aquí, el sol cayendo tras las pequeñas cascadas, hacen que este lugar sea un verdadero paraíso.



























Los malgaches la conocen como Tsingy, una expresión que le viene como anillo al dedo y que significa “dónde no se puede caminar descalzo”…



Aunque ya se ha convertido en toda una atracción turística, este géiser se encuentra en el terreno privado de un ranchero,Todd Jaksick, al que no le gustan mucho las visitas por lo que ha levantado a su alrededor numerosas vallas y cancelas impidiendo el paso.





Lo he elegido por dos razones. La primera y más evidente, para poder detenernos y contemplar la alucinante gama de azules y blancos polares que nos ofrece, y la segunda, bastante más triste, porque desafortunadamente los expertos no le auguran un futuro muy prometedor en los próximos 25 años, visto el continuo deshielo que lleva sufriendo durante las últimas décadas.






