Cuando la Diosa de la Sabiduría, la Madre Sarasvati, entra en nuestros corazones, nuestros rostros se iluminan. Ella está llena de Divinidad, luminosidad y conocimiento. De ahí que toda persona educada que haya recibido Sus bendiciones debe estar siempre alegre. Nunca pongan 'cara de aceite de ricino'. Estén llenos de alegría. También deben ser una encarnación de obediencia y humildad, sin ningún rastro de ira, ego o celos. Hablen solamente la Verdad y sigan la rectitud. El castillo de la rectitud está basado en la verdad. A menudo nos metemos en problemas solo por nuestros apegos al cuerpo. Sus cuerpos en algún momento del tiempo degeneran en una casa llena de suciedad, una cesta llena de enfermedades. El cuerpo y la mente no son permanentes. Mientras vivan, crean firmemente que el cuerpo es el templo de Dios y manténganlo tan limpio y puro como sea posible. Cuando pasen sus vidas con ideas tan nobles, no tendrán malos pensamientos, palabras o acciones. |
- Divine Discourse, "My Dear Students", Vol 2, Ch 1. |