Dios reside en todos y cada uno de nosotros. No critiquen a nadie. Si critican a alguien acumularán pecado. No odien a nadie. Nunca critiquen la acción de nadie, ni le critiquen en razón de casta, raza, género, religión o comunidad. Hay una sola casta, la casta de la humanidad. Hay una sola religión, la religión del amor. Hay un solo idioma, el idioma del corazón. Todos ustedes deben entender e interiorizar esto. A partir de hoy, háganse personas ideales. Cultiven la fe en "la Hermandad del Hombre y la Paternidad de Dios". No se preocupen por el pasado, olvídenlo. Esto les conducirá a la verdadera bienaventuranza. Con esto, les bendigo. - Divine Discourse, 'My Dear Students', Vol 2, Ch 1. |