No nos relacionemos con Dios como con una entidad oculta e invisible. Dios no vive en algún lugar ajeno a tu residencia. Está instalado en ti. Está contigo, en ti, sobre ti, a tu alrededor y debajo de ti. Hemos olvidado la manera fácil de alcanzar a Dios. Todos los sufrimientos se desvanecerán de inmediato, si llamamos al Señor sinceramente, y cantamos Su gloria. El nombre del Señor es el único refugio para atravesar todas las dificultades. No hay nada más grandioso que Su nombre. En el momento en que cantamos Su gloria y cantamos Su nombre, obtenemos la bienaventuranza. Durante eras se adoptaron la meditación y muchos rituales, pero en la era de Kali, cantar el nombre de Dios (Namasmarana) es la única manera de alcanzar lo Supremo. | - My Dear Students, Vol 2, Ch 18, 'Bharat: The teacher of the Entire World'. |