En el contexto cósmico, la Naturaleza es el espejo y Dios el observador. Todo lo que se refleja en la Naturaleza es divino. Sólo Dios existe, en todas partes. El objeto y la imagen aparecen debido a la presencia del espejo. Si no hay espejo, no hay imagen. La aritmética de Dios es diferente a la de los seres humanos. Cuando se pone ante ti un espejo, tienes tres entidades: tú, el espejo y tu imagen. Cuando quitas una de las tres, de acuerdo a la aritmética normal debe haber dos entidades, porque "3 - 1 = 2". Sin embargo, en la aritmética cósmica, no hay "dos", pues cuando se quita el espejo quedas solo "tú". Este es el misterio de la Naturaleza y las maravillas del Señor. Las glorias del Señor son multitudinarias y maravillosas, inefables. |