"El estado natural del hombre es la felicidad, y no se le puede reprochar por anhelar aquello que es suyo.
Pero el hombre está cometiendo una seria equivocación.
El creé que la felicidad que anhela proviene de los objetos que puede experimentar. La verdad del asunto es que él no experimenta estos objetos. Por el contrario, los objetos experimentan al hombre, y en este proceso el hombre queda más debilitado.
El hombre regresa a casa después del trabajo sintiéndose cansado y frustrado. Para buscar esparcimiento y la renovación de un sentimiento de felicidad, el hombre se vá al cine y llena su mente de equivocados valores de la vida, representados por los glamorosos actores y actrices.
O se vá al club. Allí se envuelve en convesaciones sobre el mundo, tal vez juegue a las cartas, y acaso ingiera bebidas alcohólicas. Todo esto es un desperdicio de tiempo, y el desperdicio de tiempo es despedicio de vida. En lugar de renovar la fuerza del hombre, lo debilita aún más.
Pero el hombre está cometiendo una seria equivocación.
El creé que la felicidad que anhela proviene de los objetos que puede experimentar. La verdad del asunto es que él no experimenta estos objetos. Por el contrario, los objetos experimentan al hombre, y en este proceso el hombre queda más debilitado.
El hombre regresa a casa después del trabajo sintiéndose cansado y frustrado. Para buscar esparcimiento y la renovación de un sentimiento de felicidad, el hombre se vá al cine y llena su mente de equivocados valores de la vida, representados por los glamorosos actores y actrices.
O se vá al club. Allí se envuelve en convesaciones sobre el mundo, tal vez juegue a las cartas, y acaso ingiera bebidas alcohólicas. Todo esto es un desperdicio de tiempo, y el desperdicio de tiempo es despedicio de vida. En lugar de renovar la fuerza del hombre, lo debilita aún más.
¿Cuál es el remedio?
El remedio es tomar en consideración la verdad que representa esta antigua y sagrada tierra de Bharat.
La Verdad Eterna, es que sólo existe una perdurable, nunca declinante felicidad y ésta, es Dios.
La Verdad Eterna, es que sólo existe una perdurable, nunca declinante felicidad y ésta, es Dios.
Ustedes son Dios, y para beber plenamente de ése siempre fluyente manantial de felicidad, deben mirar hacia ustedes mismos, al Divino Atma que, no importando cuán oculto esté, siempre es el morador de sus corazones, la sutil verdad de sus existencias."
Sathya Sai Baba
(Del libro "Mi Baba y yo" de J. Hislop; ext.de charla de Sai Baba a la Fuerza Aérea de la India, 5/12/82)
En el 89º Aniversario de Su Divino Advenimiento