El fruto del amor está presente en todas y cada una de las personas. La única tarea que debe hacerse para probar el fruto es quitar la piel exterior. Cuando le quitan la piel al fruto, también quitan las semillas amargas que hay en su interior. Luego, pueden extraer el jugo dulce, beberlo y desechar la pulpa. Comprendan que Dios les ha dado este cuerpo solo para saborear la dulzura del amor. Eliminen la piel del ego y la ostentación. Retiren todas las semillas de las malas intenciones, pensamientos y acciones. Desechen la pulpa de la posesión y el apego. Entonces lo que queda es el dulce jugo del amor. Todos ustedes son agricultores. Deben llevar a cabo prácticas espirituales para cultivar sus corazones. ¿Hay alguna utilidad en una tierra sin cultivar? Sin perder su vida manteniendo la tierra estéril, céntrense en el cultivo de sus corazones para disfrutar de la dulzura de la Divinidad. - Divine Discourse, 'My Dear Students', Vol 2, Ch 9, Feb 24, 2005. |