El mundo entero está muy agitado y lleno de descontento, ansiedad y temor; lleno de mezquinos sectarismos y odios. Para calmarle y silenciarle, ustedes deben tener entusiasmo y coraje. Cuando la derrota y la decepción les miran a la cara, no deben dar lugar a la debilidad ni la depresión. Nunca se condenen como inferiores o inútiles. Analicen la derrota, y encuentren sus razones, para evitarla la próxima vez. Ustedes no son ceros; deben llegar a ser héroes. Deben tener músculos de hierro y nervios de acero. Entonces su resolución generará la necesaria confianza, y triunfarán sobre la oposición. Para la cosecha de la vida, los mejores pesticidas y abonos son el coraje y la confianza. Sean como leones en el terreno de lo espiritual, reinen sobre la selva de los sentidos, y anden sin temor, con total fe en la victoria.- Divine Discourse, Sep 3, 1958. |