Un millonario paga el impuesto a las ganancias con lágrimas en los ojos. Un director de escuela entrega alegremente los muebles y elementos de laboratorio de la escuela, cuando es trasladado a otro sitio. ¿Por qué? Porque el director sabe y está convencido de que él es sólo el cuidador, no el propietario. No está apegado a esos artículos, porque sabe que pertenecen al Gobierno. Así también, cada uno de ustedes debe sentir que su familia, su casa, sus campos, su automóvil, son todos propiedad del Señor. Ustedes són sólo depositarios, y deben estar dispuestos a entregarlos sin chistar, con un aviso de sólo un momento. El sacrificio no significa que no deban dar valor a las cosas. Ciertamente, a todas deben cuidarlas. Pero recuerden que todas son transitorias, y la alegria que dan es muy trivial y temporaria. Conozcan su real valor, no las sobreestimen ni desarrollen apego hacia ellas.
- Divine Discourse, Aug 19, 1964. |