Apégate a Dios; entonces todo apego por los objetos temporarios se desprenderá de ti automáticamente. Como mínimo, comenzarás a ver los objetos mundanos de manera correcta, a la luz de su realidad relativa. Cuando el minúsculo ego asume una importancia enorme, es cuando surgen cantidad de molestias. Esa es la raíz de todas las tribulaciones. En tu corazón está el Aatma Rama, el Rama que te otorgará alegría eterna. Por lo tanto, repite el Nombre del Señor. El Nombre del Señor es el Sol, capaz de hacer florecer plenamente al loto del corazón. El Señor Rama no es simplemente el hijo del emperador Dasaratha, sino el gobernante de los Dasa Indiriyas (los diez sentidos). La recitación del Nombre del Señor Rama debe hacerse tan automática y frecuente como la respiración misma. El Nombre del Señor te dotará de poder, y de todo el capital espiritual que necesitas.
| - Divine Discourse, Sep 2, 1958. |