| La historia del festival de Onam es la del emperador Bali, quien fue la personificación del sacrificio (Thyaga), pero padecía rastros de ego (Ahamkara). Debido al predominio de otras virtudes, y a la gracia del Señor Vishnu, el emperador Bali se sobrepuso a los efectos perniciosos de ahamkara y logró fundirse con el Señor Vishnu, quien había aparecido como Vamana. Bali personificó hasta el fin los principios del sacrificio, la caridad y la rectitud. Dado que el festival de Onam se celebra en memoria de la reaparición de Bali en su forma sutil (sukshma rupa), es imperativo que recordemos y practiquemos los ideales por los que él vivió. Bali, como se le retrata aquí arriba, debe visitarnos todos los días, no sólo una vez al año. Olvidamos esto, y en la vida cotidiana damos amplia cabida al cultivo de rasgos indeseables, como la codicia y el egoísmo. Aprendiendo de la vida de Bali, ustedes deben erradicar a toda costa los rasgos indeseables, y purificar sus corazones para que el Señor resida en ellos. | - Divine Discourse, 4 Sep 1979. |