Expresen su gratitud a Dios cantando Su Nombre. Canten desde el fondo de sus corazones; no como una simple interpretación musical. El demoníaco rey Ravana repetía constantemente el mantra de Shiva, Namah Shivaaya, sin renunciar a ninguna de sus cualidades demoníacas. El joven Prahlada repetía el mantra Om Namo Narayana con todo su corazón y alma. Esto sirvió para salvarlo de todas las terribles pruebas a que su malvado padre, Hiranyakashipu, lo sometió. Su padre lo lanzó a un precipicio, lo hizo pisar por varios elefantes, lo hizo morder por reptiles venenosos y lo empujó hacia el mar; sin embargo, Prahlada salió ileso de todas esas pruebas. ¡Cada instrumento de tortura se convirtió en una bendición para el joven Prahlada! Así que canten el Nombre del Señor desde el fondo de sus corazones, teniendo como única meta el agradarle. En este proceso, deben volverse uno con lo Divino. Nunca canten, recen o reciten para ganarse la aprobación de los demás o para demostración. | - Divine Discourse, Sep 14, 1997. |