¡Los aspirantes espirituales, en medio de sus esfuerzos, se imaginan a veces a Dios menos glorioso de lo que es realmente! Sienten que el Señor hace diferencias entre pecadores y santos, o ignorantes y sabios, mas estas son inferencias erróneas. El Señor no separa de ese modo a los hombres. Si lo hiciera realmente, no habría pecador en la tierra que pudiera sobrevivir a Su enojo, ni por un minuto. Esta verdad le es conocida sólo a los sabios. La gente común no lo sabe y sufre bajo la falsa creencia que el Señor se encuentra en algún lugar lejano a ella. Está en la naturaleza del fuego el calentarles cuando tiemblan de frío. Mas, ¡cómo podría ayudarles a calentarse si se mantienen a distancia! De manera similar, aquellos que seriamente quieren eliminar los escalofríos de los males mundanos habrán de buscar el fuego de la sabiduría (Jnana), que se gana por la gracia de Dios. Y es por eso que un sabio (Jnani) es declarado como amado del Señor.
- Divine Discourse, Apr 15, 2003. |