Lo primerísimo que han de hacer para grabar en su mente la realidad, es recitar el Nombre de Dios y centrarse mentalmente en Su Gloria. Eso les asegurará que la lengua no se desviará hacia tópicos baladíes y que la mente no les arrastrará hacia asuntos inferiores. Recuerden, el trayecto de cada uno va hacia el cementerio. Cada día les acerca más a su momento final. Por lo tanto no demoren el deber que han de cumplir por su propio y perdurable bien. Respeten al hombre; este es el primer paso hacia la veneración de Dios, porque el hombre es prathyaksha (perceptible) en tanto que Dios es paroksha (imperceptible). Afánense por ver al Señor que reside en el corazón de cada ser viviente. Esto les guiará ciertamente a la eternidad y les salvará de nacimientos y muertes.- Divine Discourse, Mar 24, 1965. |