El carácter de los niños se debe hacer fuerte y puro. Denles toda la seguridad y la valentía que necesiten para llegar a ser buenos, honestos y a confiar en sí mismos. No es suficiente con que aprendan a ganarse la vida – la manera de vivir es más importante que el nivel de vida. A los niños también hay que enseñarles a sentir respeto por su religión, su cultura y sus logros educacionales. Los niños han de aprender bien su lengua materna como para que puedan apreciar las epopeyas y obras poéticas escritas por los hombres insignes de su tierra. Ello les entregará una valiosa guía para los días tormentosos de sus vidas. Por sobre todo habrán de desarrollar una profunda reverencia por su 'madre patria'.
- Divine Discourse, Apr 18 1966 |