| La misma corriente lo activa todo. El darse cuenta de esto y sumirse en esa Unidad es el propósito de esta vida en el cuerpo humano. Para este fin, han de ser escrupulosamente desechadas las simientes del apego a los objetos sensoriales. Un campo puede verse árido y muerto, sin embargo las primeras lluvias lo convertirán en una verde alfombra. Las semillas de la hierba en la tierra brotarán al contacto con la humedad. Así también, al primer contacto con la tentación, brotan las semillas del apego a los objetos sensoriales e impiden el crecimiento espiritual. Las prácticas espirituales han de llevarse a cabo sinceramente, con un total sentido de responsabilidad. No han de ser reducidas a una vacua rutina. Dense cuenta que el visualizar al Señor como residente en todo y como responsable de todo representa el sello distintivo de la devoción. |
- Divine Discourse, Sep 26 1965. |