La gente está ansiosa por conseguir felicidad y cuando existe un prospecto por lograr una felicidad sin mengua, muchos aceptan la idea. Mas pronto se cansan por el esfuerzo requerido y buscan atajos. A veces se apoyan en otros para sobrellevar la carga y aspiran a muchos frutos en retorno por muy poco cultivo. Algunos esfuerzos por aquí y por allá, como el prestar oídos a discursos o dar charlas, no serán suficientes. Una rigurosa disciplina y una fe constante son absolutamente necesarias para el éxito en el trayecto espiritual. Deben controlar sus sentidos, los que arrastran a su mente hacia los atractivos del mundo externo. Para tener una fe firme, uno habrá de controlar a la mente caprichosa que, con colores falsos, pinta cuadros atractivos como señuelos para llevarles de nacimiento en nacimiento.
- Divine Discourse, Aug 19 1965. |