Si la mente está inmersa en la bienaventuranza, el cuerpo no sufrirá enfermedades. El cuerpo humano es el vehículo que deben utilizar para alcanzar el estado de ventura y por lo tanto ha de conservarse sano y fuerte para ese noble propósito. Es un instrumento para el impulso espiritual, que se ha ganado gracias al mérito de nacimientos previos. Momento a momento el cuerpo avanza velozmente hacia la disolución por lo que no se debiera perder tiempo en vanas pesquisas. No se apeguen al cuerpo; trátenlo como a una herida que ha de ser cubierta por una venda (ropas), tratada con medicamentos (alimento) y también lavada regularmente. Entonces se podrán liberar del apego excesivo, lo que es esencial, ¡porque sólo así surgirá en ustedes el verdadero impulso e inspiración por servir a los demás!
- Divine Discourse, Sep 26 1965. |