Odiar o lastimar a otros seres es tan malo como odiarse y lastimarse a uno mismo. La razón es que quien lastima es un ser viviente que tiene a Dios en su centro, como también lo es el lastimado. Hasta que tomes conciencia de tu propia divinidad (Deva-tatwa), mientras percibas que tienes una individualidad separada (Jiva-tatwa), mientras sientas que tú eres tú y Dios es Dios, seguirás en conflicto con ciertas actitudes y objetivos. A esto se le llama la etapa del Sadhaka. Durante esta etapa debes procurar equiparte con las cualidades de amor, empatía y compasión, pues sin ellas, Yoga y Jnana (la sabiduría) no pueden ser logradas. El amor es vital, es divino. Para que un acto sea digno de ser ofrendado a Dios, y suficientemente puro para ganar Su gracia, debe ser una manifestación de amor. Cuanto más brillante sea la manifestación, más cerca estarás de Dios. |
- Divine Discourse, 29 July 1969. |