OM SAI RAM
J. Hislop: Swami, quieres decir que ser feliz es un deber del hombre?
"Sai Baba: Cuando el mundo llega a esfumarse, cuando sientan bienaventuranza o incluso cuando vivan una pasajera situación de alegría, escojan ese estado y consérvenlo, no se permitan una recaída hacia las emociones y pensamientos del ego.
De cada hombre proviene una serie de rayos espirituales, cuya calidad es de deleite y felicidad. La idea de una búsqueda constituye un error: cada uno ya conoce la verdad. Todo lo que se requiere es manifestar esa verdad, ponerla en práctica.
Son justamente estos rayos de deleite los que constituyen la humanidad del hombre. Resulta muy fácil aplastar una flor o guiñar un ojo, así de fácil es la realización del Ser.
De cada hombre proviene una serie de rayos espirituales, cuya calidad es de deleite y felicidad. La idea de una búsqueda constituye un error: cada uno ya conoce la verdad. Todo lo que se requiere es manifestar esa verdad, ponerla en práctica.
Son justamente estos rayos de deleite los que constituyen la humanidad del hombre. Resulta muy fácil aplastar una flor o guiñar un ojo, así de fácil es la realización del Ser.
J. Hislop: Swami, quieres decir que ser feliz es un deber del hombre?
Sai Baba: La felicidad resulta esencial para tomar conciencia de Dios. Constituye una de las puertas principales hacia la Divinidad. Que una persona no sea feliz no significa sólamente una falta, sino que es la más seria de las faltas; significa una barrera para la realización.
La mayor parte de las veces, la gente es infeliz por causa de las ansias, los apegos y los goces mundanos, por el excesivo interés por el mundo. Para librarse de esta falta, la persona necesita que se le señale la gravedad de su error.
Debe llegar a darse cuenta de que el deseo es incesante, como las olas del mar."
La mayor parte de las veces, la gente es infeliz por causa de las ansias, los apegos y los goces mundanos, por el excesivo interés por el mundo. Para librarse de esta falta, la persona necesita que se le señale la gravedad de su error.
Debe llegar a darse cuenta de que el deseo es incesante, como las olas del mar."
(Ext. del libro: Conversaciones con Bhagavan Sri Sathya Sai Baba - J. Hislop)