No hay necesidad de una nueva religión o una cultura nueva o una nueva filosofía, lo que se necesita es sólo un corazón puro. No deben dar lugar a impurezas o contaminación en el corazón. Pueden hacer que su vida sea sagrada siguiendo la regla de oro: "Ayuden siempre; no hieran nunca". Hablen suavemente, dulcemente y con la verdad. Hay dos ojos para ver cosas diferentes, dos oídos para escuchar lo bueno y lo malo, hay dos manos para hacer el bien y el mal, pero hay una sola lengua para hablar sólo la Verdad. ¡Encarnaciones del Atma Divina! Pasen su vida abrigando pensamientos sagrados, escuchando cosas buenas, hablando buenas palabras, y haciendo buenas obras. Si todos adoptan este camino, la felicidad y la prosperidad reinarán en el mundo. | - Divine Discourse, 14 Apr 1993. |