Todos en este mundo efímero y transitorio aspiran a la paz y la seguridad. Pero el dinero, la educación, la posición de autoridad y las comodidades físicas no pueden conferir paz y seguridad. La paz se origina en el corazón. Sólo pueden experimentar paz y seguridad cuando su corazón está lleno de amor. La mayoría de las personas hoy en día carecen de gratitud, que es una de las cualidades más esenciales. Se olvidan de la ayuda que otros le han prestado. Mientras estén vivos, deben estar agradecidos por la ayuda que han recibido de otros. Hay dos cosas que deben olvidar: la ayuda que han prestado a otros y el daño que otros les han hecho a ustedes. Si recuerdan la ayuda que prestaron, siempre esperarán algo a cambio. El recuerdo del daño que otros les han causado genera en ustedes un sentimiento de venganza. Sólo recuerden siempre la ayuda que recibieron de otros. El que tiene estas cualidades sagradas es un ser humano ideal. | - Divine Discourse, 18 Mar 1999. |