TEOTIHUACÁN
Teotihuacán es el nombre que se le dio a la urbe que en épocas prehispánicas fue una de las más grandes de Mesoamérica, y probablemente una de las más pobladas del mundo, con una cifra estimada de unos 150 mil habitantes.
Teotihuacán, que en náhuatl significa:"La Ciudad de los Dioses" o "El lugar donde se hacen los dioses", es donde los conocimientos espirituales y materiales de los pueblos mesoamericanos generaron la más alta expresión arquitectónica, urbanística y artística del continente americano.
El complejo arqueológico
El complejo arqueológico, el cual tuve la posibilidad de visitar, es en verdad impactante. Si bien Teotihuacán está siendo investigada científicamente desde hace más de un siglo, sólo un 10% de las ruinas ha sido excavada hasta hoy, en un área de unos 20 kilómetros cuadrados aprox.
El complejo demuestra el alto grado de civilización que alcanzó la cultura que lo concibió, dejando como vestigios de la misma, algunas de las edificaciones prehispánicas más impresionantes del mundo, como la Pirámide del Sol (La segunda más grande de México), La Pirámide de la Luna, el Templo de Quetzalcóatl, entre otros, todos alineados alrededor de una gran avenida de más de 2 kilómetros que se ha dado por llamar "La Calle de los Muertos" (debido al gran número de pequeñas pirámides que se encuentran a su paso, lo que hizo creer a los primeros arqueólogos de la zona que se trataba de mausoleos).
Asimismo, además de las impresionantes pirámides, en esta zona arqueológica se encuentra el palacio de Quetzalpapalotl y varios murales muy bien conservados que nos narran la cosmogonía de esta cultura.
La ciudad de Teotihuacán estaba estructurada por amplias calzadas y poseía una eficiente provisión de agua y sistema de desagüe. Las pirámides, los templos y palacios estaban recubiertos de estuco y adornados con murales de colores vivos. Había edificios públicos y administrativos y diversos barrios residenciales.
Su historia
La historia de Teotihuacán se inicia cuando algunas de las pequeñas aldeas agrícolas del Valle de México empezaron a especializarse en la elaboración de diversos productos, que con el tiempo, empezaron a intercambiar con los pueblos vecinos. Se estima que hacia el año 200 AEC, esos pueblos se asentaron en la zona de Teotihuacán, aportando sus respectivas filosofías y conocimientos en la elaboración de joyas, vasijas y herramientas, lo que generó una gran efervescencia cultural y comercial que, con el pasar de los años, motivaría que la influencia de la cultura teotihuacana se extendieran por todos los rincones de Mesoamérica.
La ciudad de Teotihuacán se desarrolló para pasar a ser el centro urbano más complejo y poblado de la región, entre el siglo III y el siglo VI, consolidándose como una verdadera "superpotencia" cultural y económica.
La civilización de Teotihuacán llegó a su fin hacia el siglo VII, período en el cual la ciudad fue arrasada por el fuego, con causas poco claras todavía. Después de este trauma, la ciudad continuó habitada durante un siglo, luego del cual el lugar fue definitivamente abandonado.
Es un misterio las razones por las que abandonaron la ciudad. Las hipótesis sobre la desaparición de su población incluyen un incendio devastador, la invasión de alguna tribu y factores climáticos desfavorables como una sequía.
La enigmática población teotihuacana
La cultura originaria de Teotihuacán no ha dejado documentos escritos de ningún tipo, por lo cual no hay información directa que nos hable de sus costumbres o creencias. De hecho, no se conoce siquiera el nombre de ningún gobernante de Teotihuacán. Todo lo que se sabe de ellos es en realidad una inferencia sobre la base de la interpretación de los objetos que allí se han encontrado, además de otras fuentes indirectas.
Esto contrasta visiblemente con los Mayas, cuya historia y dinastías están bien documentadas. Los Mayas erigieron estelas con inscripciones que glorificaban su gobierno y registraban los acontecimientos sobresalientes de su vida.
Más aún, se desconoce quienes fueron realmente los teotihuacanos, cual era su filiación étnica, y hasta como se llamaban a sí mismos, ya que de hecho fueron losMexicas (Aztecas) quienes dieron a la urbe el nombre de Teotihuacán, que en lengua nahuatl significa la "ciudad de los dioses" o "el lugar en el que fueron creados los dioses", por el asombro que les generó al descubrirla. Luego, por extensión, a sus pobladores se les denominó teotihuacanos.
Cuando los aztecas llegaron desde el norte al altiplano central de México, en la primera mitad del siglo XIV, encontraron la ciudad ya abandonada y en ruinas. Para ese momento ya hacía muchos siglos que los teotihuacanos habían desaparecido (siglo VII), dejando para siempre a sus templos y a su magnífica ciudad. Aquí sí hay una fuerte similitud con los Mayas, quienes en el siglo IX también dejaron sus centros urbanos.
Los monumentos
La Pirámide del Sol es el mayor edificio de Teotihuacán y el segundo en toda Mesoamérica, sólo detrás de la Gran Pirámide de Cholula. Se levanta a 65 metros, cuenta con 365 escalones, sobre una base casi cuadrada (222 x 225 m), y está orientada hacia el poniente. Aunque en su cima se piensa que había una especie de templo, hoy en día la superficie de la estructura está vacía, posibilitando una vista de 360 grados.
Casi 2,000 años después de ser construida, la pirámide del Sol sigue siendo un enigma. Nadie sabe con certeza para qué la edificaron, y ni siquiera se conoce cuál era su nombre original.
Cuando los aztecas llegaron a Teotihuacán solo vieron un lugar abandonado. Creyeron que en esta ciudad se había creado el Quinto Sol, o el mundo como lo conocemos hoy, y que para conmemorar este hecho se habían erigido las pirámides que bautizaron como la del Sol y de la Luna.
Al igual que otros monumentos y ciudades ancestrales, como Stonehenge,Gobekli Tepe, La Venta, Caral, Tiahuanaco, Nan Madol, entre tantas otras, la Pirámide del Sol fue cubierta con tierra, presumiblemente antes de ser abandonada. Y así fue que durante mucho tiempo la pirámide del Sol estuvo oculta bajo un montón de tierra y árboles.
Las tareas de remoción, en las que se retiraron miles de toneladas de tierra,llevaron 5 años (1905/1910). Toda la superficie de la pirámide estaba cubierta por una capa de 4 metros de tierra. Según narran las crónicas de la época consultadas por el arqueólogo Rubén Cabrera, durante las primeras excavaciones oficiales, la pirámide parecía un cerro.
En esa época, como parte de la celebración del centenario de la independencia de México, el presidente Porfirio Díaz encomendó al arqueólogo y exmilitar Leopoldo Batres dejar al descubierto la pirámide. Este arqueólogo ante la premura y ambición decidió usar dinamita para extraer la tierra que la cubría y estuvieran listas para el festejo de los 100 años de la Independencia de México. A causa de la dinamita, la pirámide se deformó y obtuvo una inclinación de 10 grados en su eje. Además, Batres tuvo la idea de adosarle escaleras a la pirámide para que el Presidente Porfirio Díaz pudiera subir y comprobar los avances de la "restauración".
Otro dato lamentable fue que a causa de las explosiones y la avaricia del arqueólogo, la capa de mica que cubría la cima de la pirámide fue desmantelada y vendida. La mica es un mineral del grupo de los Silicatos, compuesto por unas hojuelas muy brillantes, elásticas y extremadamente delgadas, muy resistente a la electricidad y al paso de neutrones, convirtiendo a este material en un potente aislante eléctrico. Lo extraño de esto es que la mica sólo puede encontrarse en Brasil, y jamás se ha encontrado este material en ningún otro yacimiento arqueológico americano.
En 1971 Jorge Ruffier Acosta encontró un túnel bajo la pirámide, cuyo acceso se encuentra frente a la plataforma adosada. El túnel, de origen artificial (no natural), posee un tiro de 6.5 metros y se extiende unos 100 metros en dirección al centro del edificio, donde termina con una cámara en forma de cuatro lóbulos.
Linda Manzanilla, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), considera que el túnel fue excavado antes de la construcción de la pirámide. Para ella, también está relacionado con la representación del inframundo en las culturas mesoamericanas. Cuando se exploró el túnel se encontraron restos óseos humanos y materiales de origen tolteca y mixteca, grupos que posiblemente saquearon el lugar en épocas posteriores al abandono de Teotihuacán.
Cien años después de los primeros trabajos arqueológicos en Teotihuacán, se siguen realizando descubrimientos, como el caso de la escultura de Huehuetéotl, dios del fuego, que fue encontrado en un pozo oculto sobre la cima de la pirámide en tiempos recientes.
La lista de preguntas sobre la Pirámide del Sol sigue vigente: ¿Por qué la construyeron? ¿Cómo la llamaron los teotihuacanos? ¿Guarda en su interior la tumba de algún gobernante? ¿Qué técnicas utilizaron los teotihuacanos para transportar las piedras (una de ellas mide 2.56 m y pesa 955 kg)? ¿Cómo las llevaron hasta Teotihuacán, si esas piedras solo se han encontrado en la frontera entre Guerrero, Puebla y Oaxaca?
La calzada de los Muertos o Miccaohtli constituye el eje norte-sur de la ciudad deTeotihuacán. Actualmente tiene una longitud de aproximadamente dos kilómetros, aunque las investigaciones de Millon indican que podría haber alcanzar los tres kilómetros. Este eje comienza en la plaza de la Luna y se prolonga hacia el sur a La Ciudadela. La anchura de esta gran vía es de 40 metros y su eje está desviado ligeramente hacia el noreste, 15º 30' respecto al norte geográfico.
La pirámide de la Luna tiene una altura de 45 metros, pero aún siendo de menor tamaño que la Pirámide del Sol, se encuentra a su misma altura por haber sido edificada sobre un terreno más elevado. La pirámide de la Luna es uno de los edificios más antiguos de Teotihuacán.
El palacio de Quetzalpapálotl (en náhuatl: quetzalli-papálotl, 'Mariposa-quetzal, mariposa de plumas, mariposa preciosa') es una edificación que fue vivienda de la élite teotihuacana. Más específicamente, se ha propuesto que fue la residencia de los principales sacerdotes de Teotihuacán.
Las columnas de piedra están talladas profusamente con representaciones de mariposas y plumas de quetzal, de ahí el nombre del palacio. En el tiempo que estuvo en funciones esta edificación, los relieves en las columnas fueron policromados.
El Templo de Quetzalcóatl, cuya construcción se estima del año 200, es la construcción principal de la plaza de la Ciudadela. Su descubrimiento es de 1920, momento en que el templo se encontraba soterrado por una pirámide de paredes lisas, sin ningún tipo de ornamentación.
Tiene representaciones de Quetzalcóatl y de otra deidad que, según algunos, se trata de Cipactli ("cocodrilo"), personaje muy importante de la mitología ya que con él se representaba el primer día del calendario lunar de 260 días. Estos relieves se distribuyen en los tableros del edificio por sus cuatro costados; el número de las esculturas se relaciona con los días del año.
Magistralmente los cuerpos de las serpientes más cercanas a la escalera quedan de tal modo que sus cabezas emergen en las alfardas de la escalinata.
Este edificio se caracteriza (al igual que la pirámide del Sol) por estar orientado al poniente, con una gran plataforma al frente que lo aísla del resto, dándole así un carácter más privado y constituyéndose en un espacio sagrado en relación con el espacio circundante.
Todo el edificio estuvo pintado de diversos colores (rojo, verde, ocre) y en su totalidad está construido de piedras duras.
Excavaciones arqueológicas demostraron grupos de entierros humanos en los cuatro extremos del monumento, cuyo sacrificio se relaciona con rituales agrícolas. Todos los individuos, hombres y mujeres, tenían las manos atadas a la espalda y algunos llevaban collares con piezas en forma de mandíbulas. En el centro del edificio se encontraron alrededor de veinte cuerpos, un verdadero tumulto funerario.
Desde 2010, investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia están explorando un túnel que ha sido hallado frente al Templo de Quetzalcóatl, el cual se ha conservado intacto, tal como ha sido sellado hace 1800 años. En el mismo se encontraron gran cantidad de objetos a modo de ofrenda ritual. Se desconoce cuándo se cavó el túnel pero sí se sabe que se clausuró hacia los años 200 a 250, es decir, que es prexistente a la construcción de La Ciudadela.
El túnel se extiende unos 100 metros, a 18 metros de profundidad, y presenta 3 cámaras que se ubican antes de la ofrenda. De acuerdo con los investigadores, hay indicadores de que no sólo se trata de un túnel para depositar ofrendas, sino que es una metáfora del inframundo.
Según los mitos prehispánicos, la entrada al inframundo se realiza del Oeste al Este, considerado este último un lugar de abundancia. Basados en esta información, los arqueólogos proponen que en la cosmovisión teotihuacana el Sol sale por el Este, hace su recorrido hasta el cenit y comienza su descenso hasta entrar imaginariamente al inframundo, que sería el túnel, para volver a surgir en la cúspide del Templo de la Serpiente Emplumada.
Un video del túnel del Templo de Quetzalcoatl:
Los registros aztecas
Los Aztecas pasaron por Teotihuacán durante su éxodo desde Aztlan (lugar de garzas), buscando un lugar donde establecerse. Para los aztecas se trataba de un lugar sagrado y en su mitología se lo identifica como el lugar donde los dioses se reunieron para dar origen a Nahui Ollin, el Quinto Sol (o época actual). Según el texto "Primeros memoriales", de Bernardino de Sahagún:
Cuando aún era de noche, cuando aún no había día, cuando aún no había luz,
se reunieron, se convocaron los dioses allá en Teotihuacán.
Dijeron, hablaron entre sí:
—«¡Venid acá, oh, dioses! ¿Quién tomará sobre sí,
quién se hará cargo de que haya día, de que haya luz?»
De acuerdo con las fuentes coloniales, los nahuas pensaban que Teotihuacán había sido construida por los Quinametzin, una raza de gigantes que habían llegado desde el cielo en tiempos del Segundo Sol. Según el mismo texto de Bernardino de Sahagún:
Y lo llamaron Teotihuacán,
porque era el lugar donde se enterraban los señores.
Pues según decían:
«Cuando morimos,
«no en verdad morimos,
«porque vivimos, resucitamos,
«seguimos viviendo, despertamos.
«Esto nos hace felices»
[…]
Decían: «se hizo allí dios»,
quiere decir que allí se murió.
La alineación del complejo
Otro de los misterios de los constructores de Teotihuacán son los sofisticados conocimientos matemáticos y astronómicos demostrados en la construcción y alineación de sus grandes avenidas y templos, en una cultura que ha sido considerada por los arqueólogos como primitiva y carente de un elemento tan básico para el desarrollo de la civilización como la escritura.
Adrian Gilbert propuso que existiría una posible correlación entre la alineación de las pirámides de la Luna, el Sol y el Templo de Quetzalcóatl con las tres estrellas del cinturón de Orión, tal como sucedería asimismo con las Pirámides de Gizeh en Egipto.
Cholula
Asimismo, los teotihuacanos han dejado su huella en la Gran Pirámide de Cholula, también llamada Tlachihualtépetl ("Cerro hecho a mano" en lengua náhuatl), el cual estuvo dedicado al dios Chiconaquiahuitl (Dios de las nueve lluvias).
Se trata de la pirámide más grande del mundo con 400 metros por lado, y aunque sólo cuenta con 65 m de altura (similar a la pirámide del Sol en Teotihuacán que tiene 64 m) es la pirámide de mayor volumen con 4,5 millones de m3 (la pirámide de Giza tiene "solo" 2.6 millones de m3, con más del doble de altura).
La pirámide de Cholula es en realidad el producto de siete pirámides superpuestas, construidas una sobre la otra, de las cuales los teotihuacanos habrían participado únicamente de la última, siendo las fases anteriores pertenecientes a otras culturas. Su construcción tenido inicio en el siglo II AEC, concluyéndose con la caída de Teotihuacán, hacia el siglo VII.
La apariencia actual de la gran pirámide es la de un cerro en cuya cima se encuentra una iglesia católica, dedicada a la Virgen de los Remedios, construida en 1594. Debido a que el templo católico ha sido declarado patrimonio histórico de la nación mexicana, la pirámide prehispánica no ha podido ser excavada en su totalidad.
El nombre Cholula deriva del vocablo náhuatl Cholollan, que significa "agua que cae en el lugar de huida", y tiene que ver con la llegada a este valle de los grupos toltecasque fueron expulsados de la antigua Tula, quienes convirtieron a la gran Cholollan en una Ciudad Sagrada y en uno de los más importantes centros ceremoniales de Mesoamérica. La fundación de Cholula data del año 500 AEC y ha tenido una ocupación continua desde entonces, por lo que se le ha nombrado la ciudad viva más antigua de América.
Hacia el año 100, la pirámide de Cholula era utilizada por los teotihuacanos por motivos rituales o ceremoniales, después, la pirámide fue utilizada por etnias Toltecas y Chichimecas, y posteriormente, con el dominio Azteca en México, fue dedicada al culto de Quetzalcóatl. Se estima que el complejo urbano que se había desarrollado en los alrededores se acercaba a casi 100.000 habitantes hacia el año 200, siendo así la segunda ciudad de Mesoamérica después de Teotihuacán. La zona fue abandonada entorno al año 800, luego de la decadencia de Teotihuacán.
Excavaciones arqueológicas encontraron gran cantidad de restos humanos al estilo teotihuacano, además de una notable cantidad de cerámica de las culturas de Tula y Teotihuacán. Hoy el misterio de Cholula sobre quiénes fueron los verdaderos constructores, permanece irresoluto.
Según la mitología, Cholula fue construida por el gigante Xelhua, que logró salvarse del Diluvio. A continuación, un extracto de la obra Cholula 2000 tradición y cultura del escritor Rodolfo Herrera Charolet (1995):
"… En la época del diluvio moraban sobre la tierra los gigantes, muchos perecieron sumergidos en las aguas, algunos quedaron convertidos en peces y sólo siete hermanos se salvaron en las grutas de la montaña Tlaloc… Xelhua el gigante fue al sitio que después se llamó Cholollan y con grandes adobes fabricados en Tlalmanalco, sitio muy distante, y conducidos de mano en mano por una fila de hombres tendida entre ambos puntos comenzó a construir la pirámide en memoria de la montaña en donde fue salvado. Irritado, Tonacatecutli, padre de todos los Dioses, que la obra amenazaba con llegar a las nubes lanzó el fuego celeste y con una gran piedra en forma de sapo mató a muchos de los constructores dispersándose los demás, y no pasó adelante la construcción…"
FUENTE: http://reydekish.com/2014/10/30/teotihuacan/