Un árbol se justifica por fragantes flores que producen dulces frutos. Si sucediera que las hojas se secan, las flores se marchitan y los frutos rehusan crecer, el granjero examinará las raíces y descubrirá que han sido carcomidas por pestes. De igual manera, si las virtudes no florecieran ni dieran dulces frutos en ustedes, entonces podría ser que las raíces de la Divinidad pueden haber sido destruidas o dañadas. Envidia, codicia, malevolencia etc. son las pestes que destruyen rápidamente las raíces. Todos ustedes Le son cercanos y son amados por el Señor, sólo que deben mostrar la firme determinación por realizarle. Acojan las dificultades, las pruebas y los sufrimientos. Repitan, con constancia y fe el Nombre del Señor que les sea querido. Descarten toda fuente inferior de alegría. Sepan que el Señor es el manantial de alegría en cada corazón. Cuando repiten el Nombre del Señor con un corazón puro, Él les llenará de ventura y alegría. - Divine Discourse, Apr 19, 1965. |