Los seres humanos están dotados de memoria, como asimismo de la facultad de olvidar. Ambas son capacidades útiles. Tal vez el poder del olvido es aún más importante – de lo contrario la gente se lamentaría por la pérdida de millones de parientes y familiares desde nacimientos previos, como también de los insultos e injurias que sufrieran durante el actual. Felizmente el poder de olvidar ayuda en todo ello. La gente a menudo recuerda sólo aquellas cosas que les han impresionado como significativas – sus cumpleaños, fecha de matrimonio, sus deudores etc. La tragedia está en que la gente se olvida de lo más crítico respecto de su carrera terrenal – la llave hacia la felicidad y la liberación. El hombre no puede permitirse el lujo de olvidar las interrogantes - "¿Quién soy? ¿Hacia dónde voy? ¿De dónde he venido? ¿Cuál es la naturaleza y el propósito de todo esto?"
- Divine Discourse, Jul 14 1965. |