La vida sobre la Tierra es posible sólo gracias al Sol. Para la humanidad, atrapada en una existencia insignificante y recorriendo una ronda incesante de actividades fútiles, el Dios Sol se yergue como ejemplo de servicio incansable y desinteresado. Él no disfruta de ningún descanso en el trabajo. Está por encima del elogio y la censura. Lleva a cabo sus tareas con absoluta ecuanimidad. Todo lo que hace es tan sólo para el bienestar del mundo, nunca para causar daño. Por eso el Dios Sol nos enseña el ejemplo supremo de humilde devoción al deber, sin engreimiento alguno. Todos deben aprender cómo hacer sus tareas con devoción y dedicación, tal como lo hace el Sol. Cumplir con nuestro deber es el más elevado Yoga (camino espiritual), como lo señala Krishna en el Gita. Por lo tanto, que tus acciones y pensamientos sean buenos. Entonces experimentarás la bienaventuranza divina.
| - Divine Discourse, Jan 15, 1992. |