Meditar no sigifica sentarse con las piernas cruzadas (en Padmasana) y los ojos cerrados, en contemplación de Dios. Esto es una actividad física y mundana. Es necesaria, sin duda, pero la verdadera meditación consiste en unificar a la mente con Dios. Así como la leche y el agua no pueden ser separadas, de la misma manera la mente, una vez fundida en Dios, no puede ser separada. Así, tu amor debe llegar a ser uno con el amor divino. Algunos contemplan en Dios por un período limitado, por la mañana y por la tarde. Eso no puede llamarse meditación. Debes contemplar en Dios en todo momento, en todo lugar y bajo toda circunstancia. Lleva a cabo tus tareas con la mente firmemente fija en Dios. Esto es auténtica meditación. Pensar en Dios por un período limitado, es sólo devoción de medio tiempo. La devoción de medio tiempo te da derecho a una gracia de medio tiempo. Debes tener devoción a tiempo completo, para lograr la gracia en plenitud. - Divine Discourse, Aug 22, 2000. |