La vida humana es altamente sagrada, sumamente preciosa y divina. No la desperdicien permitiéndose actividades no sagradas. Todo lo que ustedes hallan afuera no es más que reflejo, reacción y resonancia de sus sentimientos interiores. La vida debe ser vivida de manera adecuada, ejerciendo control sobre los diez sentidos. Hablen dulce y suavemente. No pueden agradar siempre, pero siempre pueden hablar agradablemente. Oren por el bienestar de todos. Santifiquen sus sentidos, sirviendo a todos. Al ejercer control sobre sus sentidos, pueden lograrlo todo en la vida. Pueden pensar que han dado diez bolsas de arroz como caridad, y distribuido vestimentas a 500 personas. Esas cuentas son para ser presentadas ante el departamento de impuesto a las ganancias, no ante Dios. Dios no está interesado en la cantidad; Él ve el sentimiento detrás de sus actos. De modo que cualquier acto de caridad que emprendan, háganlo con espíritu de amor y sacrificio. |
- Divine Discourse, Aug 22, 2000. |