El Amor auténtico y desinteresado se manifiesta como sacrificio. Ese amor no conoce el odio. Envuelve al Universo entero, y es capaz de atraer incluso a aquellos que parecen estar muy lejos. En el mundo fenoménico encuentras muchos matices y derivados de este amor primordial. Amas a tu padre, madre, hermano, hermana, cónyuge, amigos y demás. En todos los casos hay un dejo de egoísmo, en una u otra parte. El amor divino, por el contrario, es totalmente libre del más leve vestigio de egoísmo. Debes entregarte a ese amor, llegar a estar completamente sumergido en él, y experimentar la dicha que confiere. El amor verdadero y desinteresado se manifiesta como sacrificio. Para adquirir el amor divino, es de vital necesidad la cualidad de Kshama (autodominio y paciencia). Toda persona debe cultivar esta noble cualidad. |
- Divine Discourse, Jan 15, 1992. |