La vida de una persona puede compararse a un tramo de caña de azúcar. Como la caña, que es dura y tiene muchos nudos, la vida está llena de dificultades. Pero estas dificultades deben ser superadas para disfrutar la dicha de la Divinidad, así como hay que prensar la caña de azúcar y convertir su jugo en jaggery, para disfrutar de la permanente dulzura del jaggery. La dicha perdurable sólo puede lograrse mediante la superación de pruebas y dificultades. El oro no puede convertirse en una atractiva joya, sin pasar por el proceso de fundirle en un crisol y golpearle hasta que tome la forma requerida. Cuando Bhagavan se dirige a los devotos como Bangaaru (el de oro), Él les está considerando muy preciosos. Atraviesen las vicisitudes de la vida con autodominio, y lleguen a ser atractivas joyas. No se permitan el ser superados por los obstáculos. Lleven vidas ejemplares, con confianza en sí mismos y firme fe en Dios.
| - Divine Discourse, Jan 15, 1992. |