Una vez un amigo le preguntó al famoso escultor italiano Miguel Ángel: "¿Por qué trabajas tan duro, cincelando este gran pedazo de roca? ¿Por qué no te vas a casa y descansas un poco?" Miguel Ángel le respondió: "Estoy tratando de liberar a la Divinidad que está en la roca. Quiero hacer surgir de esta piedra sin vida la divinidad viviente que está incrustada en ella". Si un escultor pudo crear a partir de una piedra inanimada una imagen viva de Dios, ¿no pueden los seres humanos vibrantes de vida manifestar la Divinidad viviente que reside dentro de ellos? ¿Cuál es la razón de esta incapacidad para darse cuenta de la Divinidad en su interior? Es porque no nos damos cuenta de la capa sucia en la que está envuelta. Si nuestra ropa se ensucia, la cambiamos porque nos avergüenza aparecer en prendas sucias. Si nuestra casa está en mal estado , tratamos de limpiarla. ¡Pero cuando se contaminan nuestras mentes y corazones, no nos sentimos avergonzados! Para purificar nuestros corazones y mentes, lo primero que tenemos que hacer es llevar una vida recta. Nuestras acciones deben estar basadas en la moralidad.
- Divine Discourse, Apr 2, 1984. |