Ajenas a la presencia de lo Divino en su interior, las personas se embarcan en la búsqueda de Dios. Se comportan como quien va a pedir prestada leche a su vecino, olvidando la vaca que concede los deseos (Kamadhenu) en su patio trasero. Los Avatares son de dos tipos: Amsavatar y Purnavatar. Cada ser humano es un Amsavatar (encarnación parcial de lo Divino); en el Gita, el Señor Krishna dice: "una parte del Alma Divina se ha convertido en el alma individual en el mundo de los seres vivos (Mamaivaamso jeevaloke jeevabhutah-sanaatanah)". Muchas encarnaciones parciales quedan atrapadas en la Maya (ilusión mundana), desarrollan egoísmo y posesividad, y llevan una vida mundana. El Purnavatar (completa encarnación de lo Divino) puede comportarse, según las circunstancias, como si estuviera sujeto a la Maya, pero está libre de ella en todo momento. Doblega y trasciende a la Maya, y manifiesta su plena divinidad al mundo durante toda su vida.
- Divine Discourse, Aug 14, 1990. |