Lo que se manifiesta exteriormente se llama "Manas" (la mente). Lo que es interior es "Nama" (el Nombre del Señor). Repitiendo el Nombre del Señor puedes adquirir control sobre tu mente, y lograr el estado en que no hay mente (Amanaska). En tanto estés bajo la influencia de tu mente, marcharás por el camino mundano, y te perderás. Podrás oir claramente la voz del Señor sólo cuando alcances el estado de "no-mente". Para alcanzar ese estado debes escuchar a la voz interior, la voz del Señor dentro de ti. Para oírle debes practicar la Devoción y la Entrega. La manera más fácil de comprender y experimentar a Dios es amarle. Puedes crecer fácilmente en tu amor a Dios, adorándole en una forma específica. Un verdadero devoto hace todas sus tareas con total entrega, sólo para complacer a Dios, y dedica toda acción a complacerle a Él. |
- My Dear Students, Vol 3, Ch 7, Jul 9, 1989. |