La diferencia entre un humano y un demonio (Maanava y Daanava) es sólo esta – los seres humanos debieran tener moralidad, autocontrol y compasión (Dharma, Dhama y Daya). Los demonios no tienen estas características ni las consideran como deseables; las ignoran y no le prestan atención a los impulsos de estas virtudes. En cambio, las tres son, de hecho, las cualidades esenciales de cada hombre. Cada ser en el universo es un peregrino en la senda que lleva de demonio a humano a divino. ¡El número de etapas en este trayecto equivale al número de corazones en este universo! Cada peregrino avanza a su propio ritmo y con el Nombre y la Forma que le inspira. - Divine Discourse, Apr 10, 1965. |