Debo advertirles acerca de dos infecciosas enfermedades muy difundidas hoy en día. Ellas son el egotismo y el hábito de denigrar a otros. Investiguen y examinen, entonces tendrán el derecho para emitir un juicio. Cuando en verdad lo hagan, se darán cuenta que le hace mejor al Sí Mismo cuando se sirve a otros en vez de criticarles. Llegarán pronto a la conclusión que existen maneras mucho más útiles para emplear el poco tiempo con que cuentan aquí en esta vida que el ridiculizar o alabar a otros. No se preocupen ustedes de las fallas o excelencias de otros. En cambio preocúpense seria y sinceramente de sus propias fallas. Estimulen más cuidadosa y sinceramente sus propias mejores cualidades. Este es mi consejo para ustedes hoy.
- Divine Discourse, Apr 4, 1965. |